El Celta continúa con su gran racha goleando al Extremadura
Que siga la fiesta en Vigo. En un partido de alto riesgo demostró el Celta que la euforia no siempre es peligrosa, y todo el peso de su fútbol cayó sobre el Extremadura. Ni demasiada alegría, ni cansancio, por la fantástica exhibición de Birmingham en la UEFA: el equipo de Víctor Fernández aplastó al extremeño en una segunda mitad perfecta, y dejó claro que no hay objetivo en la Liga que le venga grande. La afición no conoce el techo de su equipo.
No se metió en la cueva el Extremadura, ni pegó su defensa a la frontal del área. Estuvo bien dirigido por dos ex célticos, Toril y Belenguer, y argumentó el partido desde sus dos centrales, que se atornillaron a Sánchez y Penev. Quedaba así el encuentro dispuesto para rebajar la euforia del Celta en algún contraataque, pero la única vez en todo el primer tiempo que el Extremadura encontró la espalda de la defensa celeste, Manuel se quedó sin soluciones.
CELTA 5 - EXTREMADURA 1
Celta: Dutruel; Michel Salgado, Cáceres, Djorovic, Berges; Mazinho; Karpin, Mostovoi (Cadete, m. 85), Makelele; Sánchez (Tomás, m. 75) y Penev (Gudelj, m. 75).Extremadura: Gaspercic; Óscar, Kalla, Félix, David (Poli, m. 71); Pedro José (Toni Velamazán, m. 58), Toril, Belenguer, Soto (Gabrich, m. 78); Duré y Manuel. Goles: 1-0. M. 48. Mostovoi, tras recoger un rechace al borde del área. 2-0. M. 57. Sánchez aprovecha un pase en profundidad y marca de disparo cruzado. 3-0. M. 67. Mostovoi desde el borde del área, a pase de Sánchez. 3-1. M. 69. Manuel remata de cabeza, aprovechando un despiste de la defensa. 4-1. M. 81. Michel cede para Tomás, que marca a placer. 5-1. M. 83. Karpin culmina una jugada individual. Árbitro: Miguel Ángel Pérez Lasa. Mostró amarillas a Toril, Óscar, Karpin, Djorovic y Poli. Unos 25.000 espectadores en Balaídos.
Si no hubo más opciones para el Extremadura, fue porque puesto por puesto la diferencia que le separa del Celta es sideral. Y porque Mazinho va por su tercera juventud, Mostovoi hace que Balaídos flote con sus inventos y porque Sánchez lleva el gol grapado en las entrañas. Y también porque una vez que entró el primer gol el Celta dio por iniciada la fiesta. Lo del ruso volvió a ser sensacional; ésta vez en un partido de los que no suelen activar su motivación. Abrió el marcador, regaló el segundo a Sánchez y puso los pelos de punta al estadio con el tercero. Nada resume mejor el fútbol del Celta que sus goles, que siguieron cayendo.
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