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Villalba reclama para UV la condición de "única fuerza nacionalista" de la Comunidad

Unión Valenciana cerró ayer en Gandia, el mismo lugar en que se constituyó como partido político hace ahora 15 años, el congreso de su refundación ideológica. La obsesión por alcanzar la categoría de "partido moderno" al margen de los personalismos que presidieron la trayectoria de UV desde su fundación ha presidido la escenificación del congreso. Héctor Villalba, presidente nacional, reclamó para UV la condición de "única fuerza nacionalista" de la Comunidad Valenciana y reiteró su convicción de que los conceptos de derecha e izquierda están obsoletos.

"Hoy nadie lo duda, Unión Valenciana es la única fuerza política nacionalista de la Comunidad Valenciana", clamó Villalba entusiasmado en el discurso de clausura del congreso. El presidente nacional se detuvo en las salutaciones a los invitados al acto como parte esencial de la puesta de largo de UV en su evolución hacia la condición de partido moderno. Delegados del Partido Nacionalista Vasco, Coalición Canaria, Partido Aragonés Regionalista, Partido Andalucista -todos ellos miembros de la Coalición Nacionalista que comparte apoyos en las elecciones europeas-, y dirigentes de AVA, L"Empresarial, Unió de Llauradors o UGT se prestaron para dignificar la refundación de UV. Sin embargo, todavía hay escépticos que dudan de la posición nacionalista que se atribuyó Villalba. Pere Mayor, máximo responsable del Bloc Nacionalista Valencià, dijo: "Hasta que no se demuestre lo contrario votar a Unión Valenciana es votar al PP". Mayor afirmó que UV vive una confusa esquizofrenia por su condición de socio del Consell y, a la vez, supuesta víctima del PP. Como análisis de la trayectoria política reciente de UV como aliada del PP, el dirigente nacionalista comentó: "Han estado más preocupados por agarrar su porción de pollastre que por definir una línea política". Y definió al partido que lidera Villalba como una unión temporal de empresas (UTE). Pero no cerró todas la puertas: "Si dejarán de ser una UTE y se convirtieran en partido tal vez podríamos hablar". Villalba no menciónó a ninguna otra fuerza política a lo largo de su alocución. La ausencia de reproches al PP ha sido una de las notas características de un congreso que UV ha dedicado a la introspección y a dotarse de una estructura de partido más ágil a través de la creación de una nueva comisión ejecutiva que administrará los resultado electorales de las elecciones de junio 1999. Hasta entonces UV ha elaborado lo que Villalba calificó como una "programa serio y bien definido", que resulta tan liberal y progresista como el propio censo de militantes y votantes de la organización. Villalba destacó la propuesta de creación de una consejería de Turismo, la "primera industria de la Comunidad Valenciana" para la que vaticinó un brillante porvenir a partir de la implantación del euro. También se detuvo en el capítulo de infraestructuras. La obligada mención al rescate de la A-7 fue acompañada de una reflexión sobre la imposibilidad de construir ninguna vía alternativa, al menos en los tramos de la provincia de Castellón. El presidente de UV invocó la "decidida vocación europeísta de los valencianos" para reclamar la conexión en tren de alta velocidad con la frontera francesa y dibujó un trazado para conectar Madrid y Valencia con la Unión Europea. Apostó por Valencia como "puerto de la meseta" y lamentó el abandono de los aeropuertos de L"Altet y Manises. Arrancó un sonoro aplauso cuando agradeció a los agricultores valencianos su capacidad para generar la riqueza necesaria para convertir la Comunidad Valenciana en una región de servicios y pasó de puntillas sobre la cuestión lingüística para embarcarse en una defensa de la promoción del uso social del valenciano desde un profundo respeto al castellano. Una mención a pequeños comerciantes y empresarios como único motor capaz de mitigar el desempleo y la apuesta por la comarcalización para vertebrar la comunidad cerraron el discurso de Villalba.

La sorpresa de un recuento

La sospechosa unanimidad con que todos los delegados aprobaron disciplinadamente todas las ponencias sometidas al pleno del congreso que Unión Valenciana clausuró ayer en Gandia se quebró a última hora del sábado cuando los compromisarios votaron la ponencia que define los nuevos estatutos del partido. La nueva estructura, que sólo será operativa después de las próximas elecciones autonómica de junio de 1999, crea una comisión ejecutiva compuesta por once miembros que asumirá el control absoluto de la organización. El Consell Nacional, compuesto hasta la fecha por una treintena de miembros, se amplía a casi un centenar de personas entre cargos públicos, orgánicos y militantes a título individual y está previsto que se reúna cada tres meses. Un militante defendió ante el pleno la necesidad de ampliar la comisión ejecutiva para evitar decisiones arbitrarias. "Once, como los equipos de fútbol", fue la réplica del ponente, quien sostuvo que las decisiones importantes se deben adoptar en círculos reducidos. Lorena Ferrandis, presidenta del congreso, pidió a los compromisarios que expresaran su voto. El número de noes fue apreciable. Una vez concluida la votación, Ferrandis tuvo que pedir a los compromisarios que volvieran a votar. Nadie se había detenido a contar las papeletas de uno y otro color. Falta de costumbre. Finalmente la propuesta no prosperó por un margen de treinta votos. Héctor Villalba también mostró cierta bisoñez al defender personalmente la retirada de una enmienda, aprobada por la ponencia de estatutos, que exigía el aval de dos mil firmas para acceder a la condición de candidato a diputado estatal o autonómico. La enmienda fue retirada. Villalba sólo fue castigado por una veintena de compromisarios, pero un resultado adverso habría puesto en entredicho su posición en el partido.

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