_
_
_
_

Llegar hasta las raíces de la hierba

Nike y Adidas llevan su competencia en España a la captación de jóvenes talentos de 12 a 16 años.Ofrecen desde ropa gratis hasta subvencionar sus gastos, sus estudios y su formación como deportistas. Niegan que ofrezcan dinero, pero hay padres que sostienen lo contrario. Y florece todo un mundo de presiones

Luis Gómez

Usted, padre de familia, tiene un hijo de 14 años y le han comentado que es bueno. Mejor dicho, que es un figura, que el chaval promete. Vamos, que es un diamante en bruto. Y usted lo cree firmemente. Y piensa que es cuestión de esperar, de dejar que el chico vaya progresando. Todavía es joven.Por cierto, ¿le ha llamado a su casa algún representante de Adidas o de Nike?

¿No?

Entonces ponga en duda sus convicciones.

Porque casi un centenar de ojeadores que trabajan para las grandes firmas de material deportivo recorren el territorio nacional buscando futuros talentos. Su misión es captar a todo aquel joven que esté en el camino de ser una estrella. Hurgan en los campeonatos infantiles, entre los alevines, se van a la calle si es preciso. Buscan todo aquello que se mueva con talento y eficacia entre los 12 y los 16 años. Y si encuentran algo interesante, hacen su apuesta: te ofrezco ropa y material gratis, estoy dispuesto a pagarte un profesor, a financiar tus viajes y tus estudios, a subvencionar tu incorporación a un club de élite. Y si progresas, no hay problema, podemos estudiar unos premios en metálico.

A eso le llaman en Nike, ir a "las raices de la hierba".

La competencia entre las dos grandes firmas, Adidas y Nike, tiene un alcance global. Suman cerca de dos billones de pesetas en ventas anuales y sus respectivos logotipos son perfectamente identificados por cualquier muchacho en el más apartado rincón del planeta. Pero esa rivalidad llega más lejos de donde cabía imaginar. Quizás demasiado. Bajo la superficie, en la raíz, no están las grandes estrellas sino jóvenes, a veces niños, que sueñan con un futuro espléndido...y padres desconcertados. "Competimos en el nivel más bajo que se pueda imaginar", confirma Sandro Rossell, director de marketing de Nike en España. "Estamos dispuestos a ir a la calle, a buscar chavales donde no han llegado las federaciones. Es una forma de ganarnos su fidelidad cuando lleguen a ser figuras". Adidas se ha negado a comentar esta estrategia, por considerarla un asunto "confidencial".

Los ojeadores se hacen presentes entre los jóvenes deportistas. Aparecen por las canteras de los grandes clubes como agresivos Papá Noel, con su cargamento de prendas de marca. La firma japonesa Mizuno, por ejemplo, ha querido introducirse en el Barcelona ofreciendo gratis botas de fútbol a los aspirantes a futbolistas.

Llevar Nike o llevar Adidas es un signo de distinción entre los adolescentes. Pero tener un contrato con Nike o con Adidas es una evidencia algo más que estética : si llaman a tu puerta, el dinero y la fama no deben de estar muy lejos. Casos hay para todos los gustos.

Iker Casillas es a sus 17 años guardameta del Real Madrid y de la selección española sub 18. Desde los 14 ya vestía Nike. Ahora se ha decidido por Adidas. Nike contactó con Casillas a los 14 años cuando participó en la Premier Cup, un torneo organizado por la firma. Fue el portero menos goleado y eso le garantizaba un acuerdo para tres años. Adidas se lo acaba de arrebatar (casualmente Adidas es la marca del Real Madrid y de la federación española). Los agentes se lo disputan. Su padre se piensa la decisión final: "No somos una familia de un nivel económico alto, ¿sabe?".

14 años tenía Tony Robredo cuando participó en el campeonato de Europa sub 14 de tenis. A los 12 se había proclamado campeón de España alevín. Nike no tuvo dudas al respecto y fue a por él. Hoy tiene 16 años y le siguen señalando como la gran promesa del tenis español. Y acaba de renovar por Nike. Tiene otros dos contratos: con la firma Prince, de raquetas, y con la firma Advantage, de representación. Para Nike, Robredo es un proyecto parecido al de Carlos Moyá, que está considerado como uno de los éxitos de la filial española y fue captado muy joven. Robredo dice no saber a cuánto ascienden sus ingresos actualmente. "Todo lo lleva mi padre. Él me dice firma aquí y ya está". Dispone de teléfono móvil, que sólo pone en funcionamiento a determinadas horas del día; el resto de su jornada se reparte entre el entrenamiento y los estudios. Parte de sus gastos corren por cuenta de Nike.

¿Y Rafael Nadal? A los 8 años fue campeón de tenis de Baleares, a los 11 campeón de España alevín derrotando a jugadores de superior edad. La pasada semana se proclamó campeón del masters europeo en su categoría. Vive en Mallorca y no se ha visto obligado a abandonar su familia para progresar en su deporte. Es un privilegiado: es sobrino del futbolista del Barcelona Miguel Ángel Nadal. Así que ha podido elegir y viste Reebock por razones familiares. Pero a los 11 años ya se le acercó Nike para ofrecerle el correspondiente contrato.

Esta invasión del mercado adolescente tiene una segunda lectura. ¿Hay dinero de por medio?. ¿Presionan las marcas a los padres? ¿Obligan a que los padres presionen a sus hijos? ¿despiertan la avaricia de clubes y federaciones? Los representantes de las grandes marcas niegan la oferta de cantidades en metálico, pero padres y clubes ven en su presencia la antelasa de sumas millonarias. Y en ese punto afloran las bajas pasiones. Con adolescentes de por medio.

Así que no todo es color de rosa. Un padre que no desea ser identificado porque no quiere indisponerse con las grandes marcas, (cree que eso puede tener alguna repercusión) habla de otra realidad: "No estoy dispuesto a que mi hijo compita sabiendo que una derrota significa perder medio millón de pesetas. No quiero que practique el deporte con esa presión. Me parece demasiado temprano, así que no he aceptado acuerdos de este tipo y no le he dicho nada al chaval".

La guerra Nike-Adidas ha llegado a un territorio más delicado. Ha llegado a la raíz.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_