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El TSJA duplica la pensión de un policía porque padece el "síndrome del norte"

Una sala de los Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha condenado a la Dirección General de la Policía a pagar a un agente la pensión correspondiente a una jubilación forzada por un acto de servicio. La sentencia del alto tribunal andaluz, emitida el pasado 16 de octubre, califica el llamado síndrome del norte no como una mera enfermedad profesional común sino como "un mal que contraen los policías destinados en el País Vasco durante el desarrollo de sus cometidos laborales", informó ayer la abogada Teresa Agudo. El ex agente José Gutiérrez Vargas, de 47 años, cobrará el doble de lo que percibía hasta ahora Gutiérrez Vargas pasó 13 años en Vitoria sin que durante ese periodo padeciera "depresión, crisis de pánico, fobia a la ciudad" o alguna manifestación de "desarraigo", según razona se en la sentencia. Sin embargo, todo cambió a partir del 24 de septiembre de 1993, cuando la policía detuvo a un terrorista de ETA, que murió al arrojarse por la ventana de la comisaría de Bilbao. A éste se le le intervino un papel con la dirección del agente en la capital alavesa y un juego de llaves de la cerradura. Hasta este momento, los juzgados habían desestimado la demanda del policía al considerar que el trastorno psíquico que sufría el agente era debido a la frustración que le producía su permanencia en Vitoria. Agudo explica que en la sentencia del TSJA se se produce un cambio: "Se establece con claridad que mi cliente empieza a tener problemas de salud a raíz de que le comunicaran que su vivienda estaba controlada por ETA". A partir de ese momento, añade la abogada, el agente "atravesó la barrera de una vida más o menos normal hacia otra en la que se sentía vigilado, observado y atenazado por el miedo que le producía saberse, tanto él como su mujer y sus dos hijas, posible víctima de un atentado". En su recurso ante el TSJA. La letrada recuerda que ya en 1993 un informe psiquiátrico le diagnosticó una fuerte neurosis de ansiedad con graves crisis de pánico y le recomendó mantenerse en el entorno familiar, vigilado y sin acceso las armas, "bajo ningún concepto". La sentencia, contra la que no cabe recurso alguno, permitirá al policía cobrar dos indemnizaciones.

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