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Un experto relaciona la quiebra de la estructura familiar con la anorexia Un 20% de los jóvenes andaluces tendrá problemas con la alimentación

La familia puede ser la causa principal por la que un adolescente cae en la anorexia o en la bulimia; pero también es, en el caso de que alguno de sus miembros tenga esta enfermedad, el mayor foco de protección para ayudarle a curarse. Un congreso celebrado en Sevilla, en el que han participado 150 especialista, ha abordado los trastornos de la conducta alimentaria desde la perspectiva familiar. Gonzalo Morandé, más de 20 años atendiendo estas patologías, cree que la cultura en la que se vive "es la ideología responsable de esta enfermedad".

"La sociedad, el entorno, todo actúa a través de la familia; es en la familia donde se cocina esta nueva ideología", afirma Gonzalo Morandé, experto en trastornos alimentarios, con varias décadas de práctica clínica en el Hospital del Niño Jesús de Madrid, siempre atendiendo a niños y a adolescentes. Morandé clausuró ayer en Sevilla el I Congreso sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria en las que han participado psiquiatras, psicólogos, pediatras y especialistas en nutrición. Algunos de los aspectos tratados llaman la atención: el papel de la familia en el abordaje de la anorexia, sus causas y orígenes, o los distintos métodos terapéuticos que existen para tratarla. El rápido aumento de casos ha sembrado la alarma entre los especialistas. En Andalucía, entre un 15% y un 20% de los adolescentes pertenece a ese grupo de riesgo que, en un momento determinado, podría acabar padeciendo anorexia o bulimia. Las últimas estadísticas hablan de un incremento anual del 20% que, en más del 90% de los casos son mujeres. Para Morandé, la culpa de lo que está ocurriendo la tiene "esta nueva ideología que domina". En su opinión, se han quebrado las estructuras familiares, la figura del padre o la madre, en muchos casos, no existe; hoy no se dedica tiempo a enseñar a comer a los niños, tampoco hay tiempo para sentarse a la mesa, o se come a deshora, cualquier cosa, o en cualquier lugar... Y encima está la presión de un sistema que ofrece estereotipos y modelos inalcanzables. "A todo esto es lo que yo llamo la nueva ideología, que se consume, sin ningún espíritu crítico, porque nos promete la felicidad", aclara Morandé. Sin embargo, Morandé cree que en una familia bien estructurada, "bien organizada", es muy difícil que se dé la anorexia. "Aunque una madre muy protectora, tampoco es bueno..." Pero hoy lo normal es que la familia sea más democrática, los roles estén menos claros, los padres se comportan de forma más permisiva... Todo esto influirá decisivamente en la evolución de los trastornos alimentarios. Los especialistas reivindican la escuela como centro de formación alimentaria. No entienden como se le da tanta importancia a la formación académica y, por el contrario, se ignora algo cómo la comida que se practica, al menos, tres veces al día. No obstante, los últimos datos extraídos de las consultas médicas demuestran que la alarma social existe. Las madres acuden al médico para hablarle de la anorexia que padece su hija seis meses antes de que se agrave el problema. Y es que una vez declarada la enfermedad, "son cinco o seis años de lucha para vencerla". Finalmente, el presidente del comité organizador del Congreso recuerda que "lo importante es generar hábitos alimentarios desde los primeros años de vida", para evitar la posterior anorexia. Aún así, todavía se desconoce en qué porcentaje, las enfermedades provocadas por trastornos de la conducta alimentaria, tienen su orígenes en causas genéticas o se deben a conflictos graves de personalidad.

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