Fomento traspasará al Ayuntamiento más de 40 grandes calles que aún posee en Madrid

El patrimonio del Ayuntamiento de Madrid va a aumentar en más de 70 kilómetros de calzada, pero no con vías de nueva construcción, sino con más de 40 calles que pertenecen al Ministerio de Fomento, aunque están totalmente incorporadas a la ciudad. Hasta ahora, el gobierno de José María Álvarez del Manzano se había resistido "por razones económicas" a gestionarlas plenamente, según el concejal de Obras, Enrique Villoria. El traspaso de la M-30, propuesto por Fomento en junio pasado tras concluir la M-40, ha abierto la puerta para su transferencia en 1999.

Parte del paseo de Santa María de la Cabeza (que atraviesa el distrito de Arganzuela y hace de frontera entre los de Usera y Carabanchel) y la avenida de la Albufera no pertenecen al Ayuntamiento de Madrid. La avenida de Valladolid y el paseo del Marqués de Monistrol, tampoco. Sin embargo, son muy pocos los madrileños que se atreverían a poner en duda la titularidad municipal de esas calles. A ellas se suman las avenidas de Burgos (N-I), Portugal, Ilustración, Lusitana, Logroño, San Luis, Córdoba y Andalucía y las calles de Cardenal Herrera Oria,Guadalajara, Antonio López y Antonio Leyva, según la relación que el Ministerio de Fomento ha remitido al Ayuntamiento para "regularizar el expediente de entrega".Se trata, en síntesis, de aquellas zonas que hace años eran primeros tramos de las carreteras de Castilla, Burgos, Toledo y Andalucía. En la relación elaborada por la Demarcación de Carreteras se incluyen también los puentes de la Princesa (que conecta la plaza de Legazpi con Usera), Praga, Reina Victoria (en la glorieta de Cuatro Caminos), Doña Carlota y pasos inferiores, como el que cruza el paseo de la Castellana entre las calles de Sinesio Delgado y Melchor Fernández Almagro.

Sintonía

Los intentos del Ministerio de Fomento durante el gobierno socialista para traspasar esas vías al Ayuntamiento chocaron siempre con la resistencia del alcalde, José María Álvarez del Manzano, por el coste económico que conlleva el mantenimiento de las calles. Ayer mismo, el edil de Infraestructuras, Enrique Villoria, reconocía que durante años el gobierno municipal se había resistido a aceptarlas "por razones económicas". El traspaso de la M-30, regulado por convenio tras el cierre de la M-40 y cuya propuesta formalizó Fomento en junio, así como la sintonía que existe entre el actual equipo de Fomento y el gobierno municipal, ha facilitado un cambio radical de actitud en la Casa de la Villa."Yo creo que entre administraciones hay que llegar a un buen acuerdo. El patrimonio municipal se amplía en unos 70 kilómetros: 34 de la M-30 y otros tantos del conjunto de las calles", explica Villoria. El concejal se ha reunido ya con el director general de Carreteras, Juan Lazcano, y prevé que en el primer semestre de 1999 se concretará un convenio con todas las transferencias. El Ayuntamiento incluirá las calles en los presupuestos del año 2000, asumiendo su gestión el 1 de enero.

Villoría no piensa pedir al ministerio una cantidad anual para el mantenimiento de las vías como planteó en un principio, sino que "haga alguna obra importante, como la depresión de la avenida de la Ilustración". Esto permitirá eliminar los semáforos de la M-30 mediante unas obras que cuestan, según Villoria, 2.000 millones. "Si nos resistiéramos como gato panza arriba [al traspaso], el ministerio gastaría esa cantidad en tres o cuatro años en el mantenimiento de las vías", concluye.