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Juicio a un joven acusado de matar a otro en una pelea en un pub

"No es una pelea de payos contra gitanos". Con estas palabras, la abogada de la acusación quiso avisar al jurado de la necesidad de evitar tópicos. La Audiencia de Vizcaya juzga desde ayer a un joven de 24 años acusado por el fiscal de causar la muerte a otro de su misma edad tras asestarle ocho puñaladas. El suceso se produjo el 2 de agosto de 1997, en el pub Pepotxo del barrio bilbaíno de Santutxu. Tanto acusación como defensa coinciden en que a las cuatro de la madrugada se inició una pelea por dinero que derivó en lanzamiento de botellas y gritos, lo que motivó la intervención de un grupo de jóvenes, clientes del pub, que intentaron tranquilizar los ánimos. El efecto fue el contrario y la pelea se generalizó. En la refriega, uno de los jóvenes recibió ocho puñaladas y murió poco después y otros tres resultaron heridos. El acusado se alejó del lugar en un vehículo localizado poco después por la Ertzaintza, con el arma homicida manchada de sangre bajo el asiento del conductor. Era una navaja de 10 centimetros de hoja, que, según el acusado, usaba como herramienta de trabajo, es decir, para abrir las cajas de mercancia que vendía en los mercadillos ambulantes. La defensa afirmó que esgrimió el arma para defenderse de las patadas y banquetazos que le intentaban propinar al menos cinco personas. El acusado no recuerda lo que pasó ya que, según afirmó, había bebido mucho y consumido cocaína. El fiscal y la acusación solicitan 15 años de prisión.

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