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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Cultura para todos?

Soy ciudadana de Madrid y con gran pesar he podido comprobar cómo es una gran mentira lo del acceso a la "cultura para todos".Sólo le voy a citar dos ocasiones concretas de deseo de acceder a esa "cultura" y cómo lo he visto totalmente truncado por barreras económicas, barreras de disponibilidad horaria, barreras informativas, sólo por citar algunas, que si me pongo a analizar profundamente seguro que serán más. Soy trabajadora y, con ello, contribuyente; como tal, creía que los servicios municipales estaban también enfocados a personas como yo, pero no es así.

Resulta que si deseo realizar alguna actividad deportiva en las instalaciones a cuya construcción nosotros, los activos, contribuimos, su utilización queda restringida a las señoras amas de casa y a los jubilados o niños.

He preguntado en tres piscinas municipales la posibilidad de nadar por libre, a cambio de mis 500 pesetas de entrada, pero resulta que no puedo; en la que me queda al lado de casa (El Lago de la Casa de Campo), pese a estar la piscina abierta para grupos o clubes (bomberos, Policía Municipal), yo no puedo ir porque el horario de natación concluye a las seis de la tarde, tras abrir a las diez de la mañana. Unos horarios sorprendentes para los trabajadores. Pero lo mismo ocurre con la del Triángulo de Oro, cuya natación por libre concluye a las siete de la tarde, aunque haya natación para cursos hasta las nueve de la noche, y con ello, las instalaciones, como vestuarios, duchas y demás tienen que seguir abiertas. El horario de fines de semana es hasta las tres de la tarde. En el polígono con piscina junto al mercado de La Latina el horario es similar.

Luego quería mencionarle otro suceso, esta vez relacionado con el precioso invernadero construido en el antiguo matadero municipal de Legazpi. Fui un sábado por la mañana, en torno a las 11.30, para encontrarme, junto al cartel de los horarios y precios (100 pesetas para jubilados y niños, 200 para el resto de los mortales), otro que advertía de la prohibición de realizar fotos en su interior sin autorización. La autorización resulta que hay que pedirla por teléfono al Campo de las Naciones, claro, que en horario de oficina y de lunes a viernes, y precisar el día y hora en que se quiere visitar. Después pregunto si la visita es guiada, y me dicen que no, y lo tercero que me ocurre es que pregunto si me dan algún folleto para realizar el recorrido para entender lo que estoy viendo y me dicen que no, que no se entrega nada.

El resultado de ello fue que me marché sin verlo, porque en el fondo no sabía muy bien para qué visitarlo y qué es lo que se me ofrecía a cambio de las 200 pesetas. Quería puntualizar que sólo vi a una señora en el interior del invernadero.

Entiendo que el precio de la entrada no está justificado. Además de que con ello, en vez de estimular las visitas turísticas y culturales de los madrileños, se ponen impedimentos.

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¿Por qué el Ayuntamiento no sigue la política del Ministerio de Cultura, que fomenta las visitas a museos poniéndolos gratis, aunque aquí los horarios también dejan mucho que desear, sobre todo los días festivos y domingos.

El dinero invertido en el invernadero nunca se amortizará, pero tampoco se está fomentando su visita por su precio y las advertencias similares a la de la foto, porque en el fondo cualquiera que realice la visita turística o dominguera llevará su pequeña cámara de fotos para retratar a algún familiar o hijo suyo delante de alguna planta que pueda resultar de interés.- .

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