Una carrera de campeonato

La última carrera del calendario, la que se disputará en la próxima madrugada (5.00 horas, autonómicas) en Suzuka (Japón), decidirá el campeón del mundo de fórmula 1.Los números avalan al finlandés Mika Hakkinen (McLaren-Mercedes), líder tras la disputa de 15 pruebas, con 4 puntos de ventaja (90 frente a 86) sobre el otro candidato, el alemán Michael Schumacher (Ferrari F300), y siete triunfos frente a seis, circunstancia que le favorece en caso de empate. Hay otro dato de peso: Ferrari no logra el título desde el año 1979 cuando su primer piloto era el surafricano Joddy Scheckter.

La experiencia, sin embargo,está de parte de Schumacher, doble campeón mundial (1994 y 1995) y acostumbrado a la presión, pues es la tercera vez que disputa el título en la última carrera del curso: lo ganó ante Damon Hill (1994) y lo perdió el año pasado con Jacques Villeneuve, en dos pruebas presididas por accidentes polémicos.

La puesta a punto favorece precisamente al piloto alemán, que fue el más rápido en la primera jornada de entrenamientos, por delante de su hermano Ralf Schumacher (Jordan Mugen), mientras que Hakkinen sólo pudo ser quinto.

"No creo que los tiempos de los ensayos digan la verdad sobre las posibilidades de cada uno", apuntó Michael Schumacher. "Hemos trabajado mucho en comparar diversos tipos de neumáticos para elegir el mejor, decisión que puede resultar decisiva", intervino Jean Todt, director de Ferrari, escudería que utiliza gomas Goodyear frente a Bridgestone, los neumáticos que calza McLaren y que el año próximo serán los únicos que se suministrarán en el circo automovilístico. "Los tiempos sólo reflejan la suerte de algunos pilotos", replicó Ron Dennis, director de McLaren. "Hakkinen tuvo que desistir de realizar la vuelta más rápida porque Jean Alesi y Eddie Irvine se habían salido de la pista". Uno y otro equipo, tanto Mercedes como McLaren, disponen de 12 motores y 4 coches cada uno, de tal manera que hay un bólido de reserva para los competidores. La actuación de los segundos pilotos, el escocés David Coulthard (McLaren) y el irlandés Eddie Irvine (Ferrari), puede resultar determinante para el desenlace de una carrera que, según los primeros partes meteorológicos, está amenazada por la lluvia.

Menos incertidumbre hay sobre el título de constructores. A McLaren le basta un punto para proclamarse campeona ante Ferrari. Las dos escuderías han dominado el campeonato prácticamente de principio a fin y sólo han admitido un intruso: Jordan, que logró el doblete en Bélgica.

El Gran Premio de Japón se presenta, consecuentemente, como otro mano a mano entre los dos grandes equipos de la fórmula 1. El trazado japonés ha sido ya escenario de grandes momentos y reñidas pugnas. Las colisiones entre Alain Prost y Ayrton Senna en 1989 y 1990 o la pugna entre Nigel Mansell y Nelson Piquet ilustran la carrera. Prost, precisamente, disputó su última carrera con Ferrari en Japón después de decir que su coche se comportó como "un camión".

Los pilotos que se han proclamado campeones en Japón han sido cinco: James Hunt en 1976, Piquet en 1987, Senna en 1988, 1990 y 1991; Prost en 1989 y Damon Hill en 1996. El piloto británico logró la corona y se adjudicó, además, la prueba, por delante de Michael Schumacher.