Rusia ve alejarse hasta el año próximo los nuevos créditos del FMI

La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que desde el 20 de octubre estuvo estudiando sobre el terreno la situación económica de Rusia abandonó ayer Moscú dejando a los rusos casi sin esperanzas de que entregue este año el segundo tramo -unos 602.000 millones de pesetas- del crédito negociado en julio. La misión retornará a la capital rusa probablemente a mediados de noviembre, pero todo dependerá de cuándo esté terminado el proyecto de presupuesto para 1999.El viceministro de Finanzas, Oleg Viuguin, dijo ayer que las posibilidades de recibir el segundo tramo del crédito no han aumentado con esta visita de la misión del FMI. "Los planes del Gobierno son ahora más claros, pero la misión comprende que la situación en Rusia es muy difícil", señaló Viuguin. La mesa directiva del Gobierno discutió el lunes una nueva versión de su programa anticrisis, que, según los especialistas, continúa apostando por la intervención del Estado en la economía. Mañana el Gabinete deberá debatir el texto, con las enmiendas introducidas en estos días por los expertos del Banco Central. Por de pronto, el primer ministro Yevgueni Primakov confirmó ayer que el Gobierno "ha optado decididamente" por reforzar la regulación estatal de la economía.

Lo que está claro es que el FMI dará dinero sólo a partir de acciones concretas y no de promesas. El Fondo debería haber entregado a Rusia, en el segundo semestre, el equivalente a 1,75 billones de pesetas, pero sólo le dio algo más de 600.000 millones. Fuentes conocedoras de las conversaciones entre el Gobierno y el FMI opinan que Rusia no debe esperar dinero del Fondo antes de fin de año.

Los expertos del Fondo hicieron recomendaciones al Gobierno, entre las que destaca la elaboración de un presupuesto sumamente rígido para el último trimestre de este año. El FMI piensa que el déficit presupuestario no debe exceder del 0,5% del producto interior bruto (PIB), y está de acuerdo en que el Banco Central puede financiar el déficit del presupuesto para 1999 (aunque hay que decir que ello contradice la ley rusa).

Viuguin dijo que el FMI encuentra tolerable una emisión de 20.000 millones de rublos (cifra dada por el ministro de Finanzas y por el gobernador del Banco Central; 16,06 rublos equivalen hoy a un dólar), pero los expertos insistieron en que hay que hacer todo lo posible para que la cifra sea menor.El problema es que el programa anticrisis examinado el lunes contempla una emisión de 40.000 a 60.000 millones de rublos.

No en vano, como reconoció el miércoles, el primer vicejefe del Gobierno Yuri Masliukov después de entrevistarse con los expertos del FMI criticó dicho programa, que primero conoció en la versión publicada por Kommersant Daily el martes y que recibió al día siguiente de manos del Gobierno ruso. El déficit presupuestario de los nueve primeros meses del año es de 58.500 millones de rublos, un 23,4% de los gastos. Además, al FMI le preocupa el saneamiento del sistema bancario ruso.

Banco suspendido

Mientras tanto, el Inkombank, hasta la crisis de agosto uno de los principales bancos comerciales rusos, ha sido privado de su licencia por el Banco Central. La medida es consecuencia de investigaciones sobre prácticas heterodoxas y manipulaciones en los días críticos de agosto.A los problemas causados por el colapso del sistema bancario, que para la población ha significado la pérdida de gran parte de su dinero, se une el de los impagos de sueldos y pensiones. Valentina Matviyenko, viceprimera ministra responsable de problemas sociales, declaró que la deuda por pensiones suma 30.500 millones de rublos; por salarios es de 18.000 millones y por subsidios infantiles, de 22.000 millones. El Gobierno piensa cancelar estas deudas en el primer semestre de 1999.