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Libertad para un joven de Flix que recibió el apoyo de 2.000 personas

Paco Moreno, un hombre de Flix (Ribera d"Ebre) de 28 años, debía cumplir una pena de cuatro años de cárcel por robar 16.000 pesetas en la localidad barcelonesa de Sant Feliu de Llobregat en 1992. Una semana después de su ingreso, salió ayer por primera vez del centro penitenciario de Tarragona. El Consejo de Ministros le denegó el indulto, pero la Generalitat le ha concedido el tercer grado al considerar que se encuentra totalmente rehabilitado y reintegrado en la sociedad. La población de Flix ya ha recogido más de 2.000 firmas, que presentará dentro de un año ante el Ministerio de Justicia para que el Gobierno conceda el indulto a Paco Moreno. Mientras, su abogado, Marc Mur, intentará que su cliente obtenga todos los beneficios penitenciarios que contempla la ley. "No es una vida normal, pero es mejor que pasar todo el día en la cárcel", comentaba ayer Moreno, en su primer día fuera de la prisión de Tarragona. Se levantó a las 7.00 y una hora después ya se encontraba trabajando de albañil en una obra de la ciudad. Su empresa de Flix le ha trasladado a Tarragona para que pueda continuar su vida cotidiana. Moreno ingresó en el centro penitenciario el miércoles de la pasada semana. Frente a la puerta de la cárcel le despidieron su familia y un grupo de unas 40 personas, todos ellos amigos suyos, entre los que se encontraba el alcalde de Flix, el socialista Antoni Sabaté. A principios de octubre le avisaron que su internamiento era inevitable. Sin embargo, su familia consiguió retrasar unos días la fatídica fecha tras relatar la historia en un programa de Televisión Española. El Consejo de Ministros le había denegado el indulto y la sentencia, dictada por la Audiencia de Barcelona, era inapelable. Pero la sentencia llegaba seis años después de haber cometido su delito: robar 16.000 pesetas. Durante estos años, la vida de Paco Moreno ha cambiado totalmente. Vive en Flix, adonde se trasladó desde su pueblo natal de Viladecans, ya no consume drogas, ha conseguido un trabajo estable y sale con una chica de la localidad. Es, por lo tanto, un ex delincuente totalmente rehabilitado y reintegrado, algo que en teoría hubiera tenido que conseguir en la cárcel. Vida rehecha Por ello, ingresar en prisión le significaba regresar, aunque sólo fuera en sus recuerdos, a todo aquello que quiso abandonar un día. "Lo que hice está muy mal, pero ahora creo que es una injusticia mi entrada en la cárcel después de haber rehecho mi vida con total normalidad", explicaba Moreno frente al centro penitenciario de Tarragona. Esta opinión es corroborada por el alcalde Antoni Sabaté: "Después de haber dado muestras palpables de su rehabilitación, Paco se ha visto abocado a ir a la cárcel. Desde hace seis años ha demostrado una integración total en nuestro pueblo".

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