"Dos de cada tres maridos que maltratan abusan de drogas"
, Marisa García, como tantas otras mujeres y hombres vinculados al movimiento vecinal, lleva buena parte de sus 49 años ejerciendo tareas de mediación entre los ciudadanos y los poderes públicos. Pero, desde hace año y medio, su tarea tiene una finalidad muy específica: evitar la violencia doméstica y echar un capote a las mujeres que la sufren. Desempeña su labor desde la comisaría de Entrevías (ahora de Villa de Vallecas) ofreciendo información a las denunciantes y en estrecho contacto con los equipos de policía de proximidad. A ella han recurrido ya 300 mujeres, 100 de ellas tras interponer una denuncia y el resto para asesorarse, y algún hombre aislado. La Confederación de Asociaciones de Vecinos del Estado Español (Cave) ha firmado un convenio con la Dirección General de Policía y el Instituto de la Mujer para extender esta experiencia a barrios y municipios.Pregunta. ¿Cuál es su función en la comisaría?
Respuesta. Sobre todo, derivar a las mujeres que sufren maltrato hacia aquellos profesionales que pueden ayudarles. Por ejemplo, podemos ponerles en contacto con asociaciones que ofrecen asistencia jurídica o psicológica gratuita o con casas refugio. Las mujeres del movimiento vecinal, por nuestra proximidad, podemos ser un referente donde acudir.
P. Entonces su tarea no es preventiva.
R. También lo es porque siempre les decimos a las mujeres que hagan partícipes de su problema a conocidos y vecinos para que éstos puedan denunciar los hechos si vuelven a producirse. Queremos poner las cosas difíciles a los maltratadores creando una conciencia social de que la violencia conyugal no es algo solamente privado, sino un abuso que se debe denunciar, potenciando que la policía de proximidad intervenga en estos casos.
P.¿Cómo han acogido los agentes su presencia?
R. Muy bien. En la comisaría de Entrevías he encontrado policías muy sensibilizados con estos temas.
P. Las mujeres afectadas, ¿confían en usted?
R. Creo que sí. Lo que ocurre es que les cuesta mucho dar el primer paso porque el maltrato, además del daño físico de las palizas, provoca un pánico en la víctima que le inmoviliza y, lo que es peor, le hace creer que lo que le ocurre es por culpa suya. Nuestra primera tarea es convencerles de que nadie tiene derecho, por nada, a golpearla.
P. ¿Qué lleva a un hombre a maltratar a su esposa?
R. Por lo general son personas inseguras y cobardes para enfrentarse a sus problemas, que descargan su impotencia abusando de los más débiles. En un 75% de los casos abusan del alcohol y otras drogas.
P. ¿Tienen las instituciones madrileñas suficientes recursos para atender estos casos?
R. Harían falta más casas de acogida y pisos tutelados y que el Ayuntamiento creara una concejalía de la Mujer.
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