2.000 españoles murieron el año pasado en accidentes domésticos

Cada hora se producen 200 accidentes domésticos o relacionados con el ocio en España. Unos accidentes que se tradujeron en más de 2.000 muertes el año pasado y afectaron a casi el 5% de la población. Los siniestros provocan pérdidas millonarias en concepto de asistencia sanitaria y horas de trabajo perdidas, según el estudio anual del Instituto Nacional de Consumo, presentado ayer en Madrid. Las cifras reflejan un descenso de los accidentes con respecto al año anterior (de 1.940.000 a 1.910.000), pero también un aumento del número de muertes (1.200 en 1996 y 2.000 en 1997).Caídas y golpes con objetos, personas o animales son los accidentes caseros más comunes. Y esguinces, heridas abiertas, fracturas, hematomas y quemaduras, sus resultados más frecuentes. Eso sin contar las actividades deportivas o los juegos al aire libre en el marco de los cuales se producen casi la mitad de los accidentes.

Pero de los casi dos millones de españoles que sufrieron percances como esos el año pasado sólo el 5,6% necesitaron hospitalización, la mayoría de ellos mayores de 64 años o menores de 14. Eso sí, la estancia media en el centro hospitalario fue de 12 días para los hombres y 14 para las mujeres).

La edad y el sexo también juegan su papel. El 25,3% de los accidentados tenían 14 años o menos, por un 14,2% de mayores de 65. Los varones de entre 14 y 25 años que realizan actividades deportivas son los que más sufren este tipo de percances, pero la tendencia se invierte a partir de esa edad y son las mujeres en sus propias casas quienes más riesgo presentan.

El estudio se realiza desde 1981, y, en la actualidad, cada Estado de la Unión Europea suministra sus resultados al Sistema Comunitario de Información sobre Accidentes Domésticos y de las Actividades de Ocio (EHLASS, en sus siglas en inglés). No es un registro de casos, pero los datos inferidos a partir de una encuesta son representativos. En el territorio de la UE se producen 20 millones de siniestros de este tipo y 83.000 muertes, que suponen un coste de cuatro billones de pesetas entre gastos hospitalarios y bajas laborales.