42.000 votos en Vizcaya dan un escaño mientras con 99.000 se consiguen cuatro
La ley d"Hont castiga severamente a los partidos menos votados. Este axioma, conocido en España desde las primeras elecciones democráticas, volvió a hacerse patente el pasado domingo en los comicios vascos.Vizcaya, la provincia con mayor censo de las tres que forman Euskadi -975.929 ciudadanos con derecho a voto- ofrece un ejemplo significativo: Izquierda Unida logró un escaño en ella con 42.576 votos y Eusko Alkartasuna otro con 41.011. Sin embargo, Euskal Herritarrok, con 99.936, poco más del doble, consiguió cuatro. A su vez, el PNV, con 222.902, quintuplicó los votos de IU y EA, pero, en cambio, multiplicó por nueve sus escaños.
La explicación se encuentra en la aplicación de la ley d"Hont, que consiste en ir dividiendo los votos obtenidos por cada partido por 1, 2, 3, 4, 5..., y así sucesivamente hasta el número total de los escaños que correspondan a cada provincia. Una vez efectuadas estas divisiones, los escaños se adjudican según los cocientes obtenidos.
En el País Vasco, pese a la gran diferencia de población entre ellas, a cada provincia le corresponden 25 escaños. Por tanto, se han repartido entre los partidos de acuerdo con los 25 cocientes mayores en las divisiones efectuadas.
Eso ha supuesto que en Vizcaya un escaño haya costado, en números redondos, unos 25.000 votos, con ligeras diferencias entre los partidos más votados, mientras que en Álava han bastado unos 6.500 para conseguirlo y en Guipúzcoa unos 15.000.
A los partidos menos votados la segunda de las divisiones, por 2, de sus votos les ha dejado sin opción alguna al segundo escaño.
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