"Arakerando deja Jurassic Park"

Un ejemplo de cómo el paso del tiempo hace mella en las costumbres calé se refleja en la incipiente participación activa de jóvenes y mujeres en las asambleas asociativas. Expresan ideas nuevas y pretenden romper el conformismo y la mordaza de la subvención. Juan David Santiago, alicantino de 23 años, es el presidente más joven de todo el asociacionismo gitano. Y uno de los más belicosos. Sin pelos en la lengua, el presidente de la asociación de promoción gitana Arakerando afirma: "Vamos a dejar el Jurassic Park para otro sitio", en referencia al desmesurado peso que hombres de mayor edad desarrollan sobre buena parte del movimiento gitano. Santiago no promueve la marginación, sino aunar fuerzas: "La experiencia de los viejos debe completarse con el potencial de los jóvenes", propone. Arakerando es una experiencia asociativa poco comùn. Formada por payos y gitanos, algo inusual, en su trayectoria destaca la ruptura de barreras, la asunción de riesgos y la constancia reivindicativa. De los 600.000 gitanos españoles, el 60% tiene menos de 30 años. Para Santiago, ésta es una realidad que ha de reflejarse en las asociaciones. "Yo pido a mis compañeros de generación que sean activos y revolucionarios, que sepan que no van a poner en peligro nada por ello", demanda. "Somos de una generación que no hemos vivido el franquismo, y, por tanto, nos mostramos menos sumisos con lo que nos dan los poderes públicos". Esta rebeldía la ha pagado Arakerando, según su líder, con un recorte de la subvención que recibe anualmente de la Consejería de Bienestar Social. La asociación, que se muestra en contra del Plan de Erradicación del Chabolismo, ha protagonizado a lo largo del último año sonados actos de protesta. Este año la subvención a Arakerando ha descendido a 5.756.900 pesetas, un 47,8% menos que en 1997. "¡Qué casualidad!", ironiza Juan David.