"El oficio puede llegar a camuflar la falta de creatividad"
Joanes Urkixo (Bilbao, 1955) fue hace cuatro años uno de los impulsores de la Asociación Profesional de Guionistas de Euskal Herria (APGEH), que ya cuenta con un centenar de miembros. Urkixo ha sido ahora elegido por sus compañeros de profesión presidente de la entidad. Bajo su mandato, la asociación mantiene el objetivo de fomentar la conciencia y el orgullo de ser guionista para reclamar unas condiciones dignas de trabajo. Pregunta. ¿Dignificar la profesión consiste en conseguir mejores retribuciones? Respuesta. Tiene que ver con la retribución económica directa por el trabajo desarrollado y otras condiciones que van parejas. No basta con que te encarguen un trabajo y te paguen debidamente, sino que es necesario un contrato con unas cláusulas que contemplen unas condiciones mínimas, como el respeto al descanso. El otro gran pilar son los derechos de autor, de los que se habla mucho, pero son ignorados. Inculcar la conciencia del guionista lleva aparejado un trabajo pedagógico, explicar a la gente en qué consisten. P. ¿No es suficiente la protección de la Ley de Propiedad Intelectual? R. La ley, en general, no está mal, pero no es suficiente. Los guionistas deben saber que pueden exigir un contrato y unos derechos de autor, que deben quedar recogidos por escrito. A menudo no se reconocen expresamente esos derechos. P. ¿Por qué renuncian a sus derechos legales? R. Cuando te sientas a negociar ante un productor estás solo ante el peligro. Es un problema casi siempre de interpretación de la ley, de ambigüedad sobre la cesión de los derechos y las garantías sobre la rentabilidad económica de su gestión. En otros casos los productores te ofrecen una cantidad sin regular las condiciones en un contrato. Una persona que necesita trabajar acepta porque no tiene apoyos. Trabajamos solos, aislados y no tenemos fuerza para plantarnos. P. El público conoce a los actores, al director, pero no es tan frecuente que recuerde al guionista. R. Si miramos la historia del cine, vemos cambios en el reconocimiento profesional, que va parejo a las condiciones económicas. En la época del glamour de Hollywood, el director no era tan importante y en muchos casos estaba a sueldo. Las grandes estrellas eran los actores y todo el poder lo tenían las productoras. Hoy en día, la productora mantiene su poder, pero la estrella es el director, y pueden ganar una millonada. P. ¿La situación evolucionará a favor del guionista? R. Lo dudo. P. Cada vez son más frecuentes los equipos de guionistas. ¿No coarta su creatividad individual? R. No, es cuestión de oficio. Necesitas esa herramienta para desarrollar tu imaginación. Si tienes oficio puedes llegar a camuflar, a veces, la falta de creatividad.
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