Adultos
Contestación a la carta de J.C. Pérez Clavero publicada en EL PAÍS con fecha 16 de octubre de 1998, en el cuadernillo Madrid, y titulada "Centro de adultos".Estimada señora: los padres y madres del colegio público Pi y Margall no estamos mal informados, es más, creo que estamos tan bien informados que cada vez que recibimos una nueva información se nos ponen los pelos como escarpias.
Se lo explico, porque veo que, aunque la noticia a la que hace referencia era resumida y de fácil comprensión, usted no ha entendido nada, o quizá como funcionaria que dice que ha sido del Centro de Adultos Joaquín Sorolla no le interese comprender.
Los padres y madres del colegio no estamos para nada en contra de la educación de adultos, pero, eso sí, que esa educación sea una educación diferenciada y tomada tan en serio como cualquier otro tipo de educación, pero está claro que no a costa de mermar las dotaciones y calidad de otros centros. Y eso, señora mía, es el meollo del asunto.
Nuestro colegio, el colegio de todos, no está falto de matrícula, estamos al 72% de matrícula; nuestro colegio tiene un 50% de niños de padres inmigrantes y un 13% de niños de integración; nuestro colegio está situado en el distrito de Centro, con todos los problemas que eso conlleva, que usted como persona bien informada debe saber.
Y es por todo lo anteriormente expuesto y por otros muchos más detalles que se le escapan, como que niños de tres, cuatro o cinco años tengan que compartir la misma puerta de entrada, la misma escalera, con "adultos" de 18, 19 y 20 años con los problemas de seguridad doméstica que eso implica. Un niño de las edades antes citadas, en un momento de despiste, se puede salir del colegio dado el caos organizativo existente. Y si la Asociación de Padres de Alumnos del colegio muestra su más radical protesta es porque, ante los problemas antes citados, en vez de mejorar nuestra dotación, tanto en lo material como en profesorado, se nos ha restado un tercio del colegio, que mal que le pese a usted nos era y nos sigue siendo absolutamente necesario.
En una cosa sí que podemos estar de acuerdo. Que el Ministerio de Educación y Cultura ha cometido la gran chapuza; esperemos que la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid no la perpetúe. Quizás espero demasiado.-
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