Quince pensiones bilbaínas se cerrarán definitivamente por tráfico de drogas

Quince pensiones ubicadas en la zona de Bilbao La Vieja en el barrio chino de la capital vizcaína tendrán que cerrar sus puertas después del próximo día 29. En esa fecha, el Pleno municipal aprobará la nueva ordenanza que regulará la actividad de ese tipo de hospedajes instalados en una de las zonas de Bilbao más atacadas por el consumo y el tráfico de drogas. En el futuro, el acatamiento del reglamento sólo permitirá la apertura de pensiones en la primera planta de los inmuebles,siempre que no haya otra pensión en el edificio y salvo que tengan un acceso independiente o todo el edificio se destine a establecimiento hostelero. Las calles de Bilbao que albergan estos locales son, principalmente, Cortes, Cantera, Hernani, Bailén, Lamana y Aretxaga. La normativa local no afectará, por el momento, a unas 40 pensiones existentes en la zona ya que cuentan con licencia. Tampoco se extenderá a otras ubicadas en puntos del centro en las que ha comprobado la existencia de tráfico de estupefacientes. Las 15 pensiones que clausurarán sus puertas definitivamente cesaron su actividad por carecer de licencia e incumplir la legalidad el pasado 6 de julio, fecha en que fue aprobada inicialmente la modificación. Esta medida cautelar se tomó después de que el 7 de mayo, el Consejo de Administración de la Sociedad Urbanística de Rehabilitación de Bilbao (Surbisa) acordara, a instancias del área de Urbanismo, proponer al Ayuntamiento la modificación del artículo del Plan Especial de Rehabilitación y Reforma Interior del Area de Bilbao La Vieja (Perri) para ajustar la instalación de pensiones. A este paso se llegó tras las continuas presiones de los vecinos de la zona más depauperada de Bilbao y una vez que la Policía Municipal diera a conocer un informe en el que revelaba el uso de medio centenar de pensiones como almacén y suministro de estupefacientes. "Foco de problemas" El reglamento municipal persigue dar cobertura legal a actuaciones de tipo disciplinario contra las pensiones "que supongan un constante foco de problemas y conflictos". "Aquí contamos desde las tensiones con el resto de vecinos de los inmuebles donde se ubican hasta situaciones como las que se han dado en numerosas ocasiones en que han tenido que intervenir efectivos de Seguridad. Todo esto influye negativamente en la rehabilitación social urbanística del barrio", explica el concejal socialista Dimas Sañudo. El cierre y control sobre las pensiones de Bilbao La Vieja ha sido acogido con satisfacción por los vecinos de la zona que han visto en los últimos años como se alteraba su vida. Sin embargo, aunque su protesta apenas se ha oído, algunos propietarios de establecimientos han criticado la decisión municipal por entender que lesiona sus intereses económicos y que "están pagando justos por pecadores".