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Ardanza pide a los vascos en su despedida como "lehendakari" que voten sin miedo y sin complejos

Pedro Gorospe

El lehendakari, José Antonio Ardanza, era ayer, por primera vez desde hace 14 años, un presidente sin prisa. En una relajada intervención tras el Consejo de Gobierno, el último que preside antes de entrar a estar en funciones, Ardanza hizo un llamamiento a los vascos: "Les pido que voten sin miedo y sin complejos porque, después de 14 años luchando por la integración social, me parece mezquino y tramposo que los partidos lancen esta campaña". Distendido e historiador, -reflexionó incluso sobre el mundo del budismo-, se mostró convencido de que la tregua de ETA "es una apuesta definitiva".

El lehendakari se despidió de los cámaras, fotógrafos y redactores que durante catorce largos años de mandato le han seguido en su actividad social y política con un brindis light. Lo cierto es que en el Consejo de Gobierno no se bebe champán, y José Antonio Ardanza sólo tenía agua a mano. Levantó su copa y prácticamente dijo adiós, aunque seguirá como lehendakari hasta la formación del próximo Gabinete, seguramente también de coalición. Pero durante los tres cuartos de hora anteriores al brindis, el lehendakari reflexionó. "Me siento un poco raro", confesó, "ya que después de muchos años estoy viendo la campaña desde la distancia". Más contento que nostálgico -aunque reconoció: "Ahora tendré que acostumbrarme a esto"- el presidente que surgió de la escisión del PNV y que se ha consolidado con una buena imagen entre los ciudadanos de la comunidad autónoma, hizo ayer un doble llamamiento a los políticos y a los ciudadanos ante la cita electoral del próximo domingo. Sin miedo A los ciudadanos les pidió que no vayan a votar el próximo domingo con miedo al futuro, porque no hay que tener miedo a la democracia. A la clase política le recriminó por los mensajes de división que están lanzando en una campaña que calificó de "mezquina y tramposa". "Tengo la sensación de que se están tergiversando estas elecciones. Porque el domingo no vamos a las urnas a un referéndum, ni vamos a votar la Constitución ni el Estatuto. Lo que se eligen son los 75 parlamentarios vascos". Ardanza, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, recordó que el PNV se opuso en su día a la Constitución y que lo sigue haciendo en la actualidad. Después criticó con dureza el tono de la campaña electoral y, fundamentalmente, el mensaje de los socialistas y populares: "Están agitando el señuelo de la división social, y esto me duele, porque llevo trabajando 14 años, también con el PSE, por la cohesión y por la paz social". A pesar de todo, Ardanza está convencido de que todos estos debates electorales no van a afectar a la formación del futuro Gobierno. Además se mostró tranquilo sobre el futuro porque "el miedo", dijo "no ha calado en la sociedad". Lo que no dejó tan claro es si considera comprensible un cierto grado de incertidumbre entre los ciudadanos que no confían en que ETA vaya a dejar las armas definitivamente a cambio de nada. Llegado ese punto el lehendakari se congratuló de la decisión de ETA de declarar una tregua y admitió cierta desconfianza en la sociedad. "Si esta decisión de ETA se hubiera producido hace dos años, la reflexión de todos los partidos hubiera sido más serena. Pero ha llegado en la antesala de las elecciones y posiblemente ese hecho ha distorsionado su significado", observó. Decisión madurada Para el lehendakari la banda terrorista ha tomado una decisión madurada y reflexionada durante "mucho tiempo". Un proceso por el que, a su juicio, han acordado dejar la violencia y seguir luchando por la vía política. "Y yo me alegro de eso", dijo. "Ahora lo malo sería que los demócratas no fuéramos coherentes y no asumiéramos que a partir de ahí los únicos límites que tiene una sociedad son los que marca la propia democracia". A renglón seguido despejó sus propias dudas y dijo que está convencido de que la sociedad sabrá estar a la altura de las circunstancias de la nueva situación generada en el País Vasco tras las primeras elecciones sin violencia. El lehendakari se marcha de Ajuria Enea con el "broche de oro", como él mismo ha dicho en alguna ocasión, "de la paz". Y lo hace después de 14 intensos años en los que ha vivido la escisión de su partido y el reencuentro con EA en el Gobierno. Una época en la que fraguó el Pacto de Ajuria Enea, y en la que su partido ha consolidado una política de pactos abierta, que ha dado cabida en las diferentes instituciones a todos los partidos del arco parlamentario, menos HB. "En estos catorce años, a más de uno, como yo, les reluce ya la calva", bromeó.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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