Aznar advierte a ETA de que "ya no es hora de gestos, sino de decisiones"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, no dudará en "promover" las medidas que sean necesarias para asegurar que "el alto el fuego" de ETA se convierta en paz definitiva, pero también pide movimientos en el otro lado. Al jefe del Ejecutivo ya no le parecen suficientes los "gestos" de ETA y exige que la organización terrorista tome "decisiones". En todo momento, Aznar remachó ayer, durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de Panamá, Ernesto Pérez Balladares, que él lleva la iniciativa y así seguirá siendo.

De momento no parece que Aznar dé muestras de necesitar ayuda específica de ningún partido para abordar la tregua de ETA, salvo la información o los puntos de vista que está dispuesto a intercambiar con todas las formaciones. "Promoveré con determinación y sin ningún tipo de duda los escenarios que considere convenientes y eficaces para garantizar la paz", dijo ayer en presencia del presidente panameño, de visita oficial en España y a quien invitó a compartir rueda de prensa en La Moncloa. No quiso el jefe del Ejecutivo entrar en detalles concretos sobre la política penitenciaria que puede desarrollar el Gobierno, quizá incluso en diálogo directo con ETA. Tan sólo repitió su intención de llevar adelante las medidas que estime más convenientes y la necesidad de que ETA sustituya los gestos por las decisiones, es decir, por el anuncio formal de que no volverá a matar. "Ya no es hora de gestos, sino de hablar claramente de decisiones", enfatizó. Y añadió: "Yo promoveré, como hasta ahora, los escenarios que considere convenientes y eficaces para garantizar el aseguramiento de la paz. Lo haré con toda determinación y sin ningún tipo de dudas".

Aun así, el secretario general del primer partido de la oposición, Joaquín Almunia, volvía a ofrecer colaboración al Gobierno por si tiene que defenderse de las presiones de los nacionalistas vascos. "La unión del PP y del PSOE daría lugar a una cláusula de seguridad o espacio común de inteligencia" en torno a la estructura territorial de España, indicó Almunia. Por la consecución de la paz, el PSOE está dispuesto a cualquier cosa. Así lo expresó la noche del lunes su secretario general en el coloquio que siguió a su conferencia en el Club Siglo XXI, y lo reiteraba ayer mismo en Rabat, a donde viajó invitado por la Unión Socialista, actual partido de Gobierno en Marruecos.

A la pregunta de si es posible que el PSOE quede como un mero segundón una vez que ETA negocie directamente con el Gobierno, respondió: "Firmamos ahora mismo 8 años de Gobierno de José María Aznar con tal de que haya paz y el terrorismo quede erradicado. Es un tema que está por encima de los intereses de partido, aunque desgraciadamente todos no lo vean así". Almunia no pudo evitar rematar su reflexión extendiendo la duda de que quizá no sea el PP el que ponga el broche de la paz habida cuenta de que estos procesos suelen ser largos "y van más allá de una legislatura". "Yo no sé quién estará gobernando cuando el proceso de paz finalice", dijo.

Pero un asunto es la paz y otro la reivindicación de los nacionalistas para alcanzar mayor cuota de autogobierno. Para esto último, y como quiera que el Gobierno dice que está en contra, el PSOE le da la mano, tal y como anunció el 3 de octubre el candidato a la Presidencia del Gobierno, José Borrell.

En Rabat, Almunia volvió a apostar por "la política de reinserción, con todas las posibilidades de actuación que conlleva, para conseguir la paz en el País Vasco", informa Pedro Canales. "Esta política, prevista en los Pactos de Ajuria Enea de hace diez años, debe estar al servicio de los partidos democráticos", insistió. "Lo que no es posible es avanzar hacia la paz en base a cesiones políticas. Ante los violentos no se deben hacer cesiones políticas, porque sería tanto como legitimar la violencia".