Duelo por un caballero
Al domicilio barcelonés de Carlos Ferrer empezaron ayer tarde a llegar los primeros amigos. El secretario de Estado para el Deporte, Santiago Fisas, acudió al mismo y destacó su liderazgo deportivo y económico. También visitó a la familia la esposa de Juan Antonio Samaranch, Bibí Salisachs. El secretario de Estado para la Comunicación, Pedro Antonio Martín Martín, consideró la muerte de Carlos Ferrer como "un duro golpe para España" y lo definió con un adjetivo que todas las personas que ayer recordaron su figura prodigaron sin reparos: fue un caballero. Éste fue, por ejemplo, el adjetivo usado por el presidente del Barcelona, Josep Lluís Núñez. El exalcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, recordó el impulso que dió a la organización de empresarios que apoyó la celebración de los Juegos en la ciudad y logró reunir mil millones de pesetas. Maragall manifestó que Carlos Ferrer era "uno de los mejores representantes de la sociedad civil catalana, una persona sin fronteras". El presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola, aseguró que, durante su presidencia, el COE pasó de ser una agencia de viajes para los juegos olímpicos a una institución activa.
El consejero del Tribunal de Cuentas Juan Velarde, tras destacar los méritos empresariales de Ferrer, recordó una anécdota que demostraba el perpetuo interés del fallecido por el deporte: durante una comida "no hacía más que levantarse de la mesa para preguntar cómo iba España en un partido de tenis". El actual presidente del Círculo de Economía de Barcelona, Pedro Fontana, destacó su papel en el proceso de cohesión del empresariado español.
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