Gil acordó convenios por 64.000 millones en el PGOU suspendido
El Ayuntamiento de Marbella reconoció ayer haber firmado convenios urbanísticos por 64.225 millones de pesetas, que consisten en obtener obras públicas, inmuebles o dinero a cambio de recalificaciones de suelo o autorizar exceso de edificación, y por los que los promotores soportarían cargas tres veces más altas que en otros municipios. El alcalde, Jesús Gil, auguró que en Marbella no se demolerá ningún edificio. Lo dijo en la clausura de las jornadas de derechos urbanísticos, organizadas por el Consistorio.
El gerente de la empresa municipal de Urbanismo, Juan Antonio Roca, aseguró que el Ayuntamiento de Marbella obtendrá de los convenios urbanísticos 54.000 millones de pesetas en aprovechamiento, obras e inmuebles, y otros 10.255 millones en efectivo, de los que ya ingresó 6.655 millones. Las autorizaciones de obras afectan a modificaciones urbanísticas que se incluyeron en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que fue vetado por la Junta en julio pasado. Roca señaló que el Ayuntamiento de Gil realizó en sus siete años de gobierno obras de infraestructuras por más de 23.000 millones de pesetas, generados por la plusvalía urbanística. Añadió que la Junta conocía desde 1993 los convenios y que daba el visto bueno a las modificaciones puntuales de calificación de suelo que hacía el Consistorio. El gerente de Planeamiento 2000 indicó que las buenas relaciones entre el Ayuntamiento y la Junta se prolongaron durante cinco años, hasta que el pasado 20 de julio suspendió la revisión del PGOU. El letrado de Gil, José Luis Sierra, admitió que la paralización del plan generó preocupación al gobierno municipal por las inversiones de promotores privados. A su juicio, el enfrentamiento judicial entre las dos administraciones se prolongará durante 10 años. El abogado augura la victoria de los hechos consumados, al sostener que si la batalla por el plan llega hasta el Tribunal Supremo y éste finalmente ordena "demoler centenares de edificios, esto sería imposible; habría que redactar un plan que sanease esa situación". Gil no contempla esta posibilidad: "Aquí no se va a tirar ningún edificio, no se va a demoler nada", dijo ayer y anunció que una obra paralizada por ocupar zona verde y exceder en 10 plantas la altura permitida en el actual PGOU pronto se reanudará. El alcalde arremetió contra Manuel Chaves, al que culpó de la paralización de la revisión del plan de Marbella y le llamó "cobarde, que se dejó doblegar por la banda de [José] Asenjo, por miedo".
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