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Los libros también "salen del armario"

La Librería de Babel no es una librería cualquiera. En sus estanterías abundan las imágenes de bellezones masculinos semi desnudos y hermosas mujeres que retan con la mirada. Los libros exhibidos ocultan tras sus portadas el secreto de cientos de historias, como todos los libros. Sin embargo, fotos, libro, revistas y vídeos, tTodo lo que encierran los 40 metros cuadrados de espacio, va dirigido al mundo homosexual. La Librería de Babel es la primera de estas características en el País Vasco. Ayer abrió la puerta de su armario. [En la jerga homosexual, "salir del armario" significa reconocer públicamente la homosexualidad]. Uno de los cuentos más celebrados del argentino Jorge Luis Bordes se titula La Biblioteca de Babel. Jesús Pelicorta pensó que esa biblioteca de ficción también habría albergado narraciones homosexuales. Así que, cuando tuvo que poner un nombre a su librería, apenas dudó. Se llamaría la Librería de Babel. Pocas horas antes de la inauguración -lo que sucedió ayer, a las 20.30- se colocan los últimos libros y se ajustan las luces. El local está en la calle de La Pelota número 6, en el Casco Viejo de Bilbao, junto a otros establecimientos frecuentados por homosexuales. Una zona tolerante en la que se entremezclan los colmados con la modernidad emergente. "Nos han acogido bien. No me planteo el que podamos tener problemas de intolerancia. Bilbao estaba pidiendo a gritos una librería de este estilo. Es más fácil instalarla en la parte vieja de Bilbao porque hay un ambiente más abierto, pero la próxima estará en la Gran Vía", bromea Jesús Villacorta. Argumenta que cuando Bilbao se abre al mundo a través del Guggenheim, va siendo hora de derribar los muros. "Un gay va a estar más a gusto aquí, pero la librería está abierta a todo el mundo. Además, también esperamos que los homosexuales no sientan vergüenza de entrar por temor a que les vea algún conocido. Es hora de salir del armario". La librería recoge títulos de autores homosexuales tan dispares como Truman Capote, VirginiaWoolf, Ralf König, Juan Antonio de Villena, o Nazario, y fotografías de Piérre Gilles o Wilhelm Von Gloden, reconocidos también en esos ambientes artísticos. Entre las baldas, pintadas con los colores del arco iris, hay algunas camisetas. En una se lee: "Yo no soy gay, pero mi novio sí". A ver quién se atreve a ponerse una.

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