Un millar de alumnos deja de ir al colegio por las amenazas de un grupo de menores

Madrid - 16 oct 1998 - 00:00CEST

No hubo clases ayer. Hoy, anuncian, tampoco. Los 1.200 alumnos del Instituto Celestino Mutis, en el distrito de Villaverde Alto, se han declarado en huelga en protesta por el ambiente de violencia y las continuas amenazas que sufren, según ellos, por parte de un reducido grupo de estudiantes de 12 a 14 años.

Los alumnos y numerosos empleados aseguran que están atemorizados por ese grupo de nuevos matriculados. Piden seguridad privada y que se separe de las aulas a los 10 o 12 supuestos causantes de los altercados.

Los incidentes comenzaron este curso con la incorporación de 400 nuevos estudiantes a un edificio anexo recién construido. Allí brotó el conflicto.

Un empleado del instituto, que prefiere guardar el anonimato por miedo a las represalias de los alumnos violentos, lo describe así: "Los chavales les dicen a los profesores cosas del tipo: "¡Te voy a rajar, te voy a matar!" Los profesores a veces salen llorando de clase". Cientos de estudiantes y sus padres se concentraron el miércoles, en señal de protesta,en la junta municipal del distrito y ayer jueves se plantaron en la puerta del instituto. "Este colegio parece ahora del Bronx. Vienen con navaja, nos exigen que les demos cigarrillos a cambio de dejarnos en paz", se quejó otra alumna.

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Escasos medios

El director del centro niega que los menores porten navajas

El vicepresidente de la Asociación de Padres de Alumnos, Antonio Solano, culpó a los escasos medios de que dispone el centro de todos los problemas. "No se puede aumentar el número de estudiantes sin aumentar el número de trabajadores. Necesitamos más personal especializado para tratar a los muchachos problemáticos. Las autoridades no se han preocupado de dar al centro lo que necesita. Si no se arregla pronto, llegaremos a una situación de franca violencia", advirtió. Fuentes policiales manifestaron que no se ha presentado ninguna denuncia. Y advirtieron que, por el momento, consideran los hechos problemas de disciplina interna del centro motivados por alumnos conflictivos.

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