Notable descenso de las quejas y protestas de los presos de ETA en el primer mes de tregua

Las quejas, huelgas de hambre y protestas de los presos etarras han disminuido sensiblemente desde que ETA anunció el pasado 16 de septiembre una tregua indefinida. "La situación se ha tranquilizado mucho", aseguran fuentes penitenciarias. Con este clima menos tenso, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, cedía ayer a la petición de los partidos y del Parlamento vasco y ordenaba trasladar a cárceles de Euskadi a cuatro presos de ETA que se hallan enfermos, así como la progresión al tercer grado de un quinto recluso que está en Nanclares de Oca (Álava) aquejado de un trastorno psiquiátrico. A sólo unos días de la jornada electoral del 25-O, Mayor no quiso confirmar que sea un primer gesto ante la tregua.

Los presos de ETA se hallan, en general, "expectantes" y "más tranquilos" desde que la organización declaró la tregua hace un mes, según fuentes de varias prisiones en donde hay numerosos etarras. Como dato más significativo, señalan que han disminuido ostensiblemente las quejas por escrito que los reclusos cursan a los directores para protestar por cualquier anomalía en la alimentación, los cacheos a que son sometidos, los registros en las celdas, los controles en los locutorios, los retrasos en hacerles pasar las visitas o el trato que les dan los funcionarios. Algunos de éstos resaltan que en las últimas semanas han apreciado un cambio de actitud incluso en algún etarra que hasta ahora estaba considerado como conflictivo, lo que había hecho que hubiera acumulado en su historial numerosas sanciones penitenciarias. La mejor actitud de varios de ellos ha hecho que las autoridades penitenciarias se estén planteando progresarlos de primero a segundo grado, lo que conlleva una relajación de sus condiciones de vida.

Durante las últimas semanas, en algunas cárceles ha circulado de mano en mano, y abiertamente, un escrito en el que se invita a los presos de ETA a apoyar la tregua con algún gesto.

Pese a la menor tensión existente entre los 536 presos de ETA, 21 que están en la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) protagonizaron el 25 de septiembre una protesta con carteles en los que exigían mejor alimentación y el traslado a penales del País Vasco. El grupo ha sido sancionado con 224 días de aislamiento, según informó el pasado miércoles el diario Euskadi Información, sustituto del clausurado Egin. Instituciones Penitenciarias no ha informado sobre este incidente.

Bajo este clima, el Ministerio del Interior ordenó ayer el traslado a Euskadi de cuatro reclusos enfermos -Fernando Díez Torres, Mikel Vázquez de Luis, Pedro Juan Guridi y Francisco Javier Etxebarria- y la concesión del tercer grado penitenciario a Patricio Goyenetxe, que sufre un trastorno mental. En este último caso, la concesión del tercer grado supondrá que, previa autorización de la autoridad judicial, pueda empezar a disfrutar de la libertad condicional en breve. Tras la decisión adoptada ahora por Interior, son 66 los reclusos de ETA que han sido trasladados a prisiones de Euskadi o próximas a esta comunidad desde que el PP accedió al poder en 1996. 13 de estos acercamientos, incluyendo los cuatro decididos ayer, estaban fundamentados en razones humanitarias. Desde el pasado diciembre, en que Mayor autorizó el traslado de 15 etarras, este tipo de movimientos había quedado congelado, coincidiendo con la ofensiva terrorista desatada contra los concejales del PP en Euskadi.

Paralización

A comienzos del mandato de Mayor Oreja se produjo el acercamiento de presos más numeroso, cuando 32 etarras fueron cambiados de penal el 29 de junio de 1996. En febrero de 1997, otros cinco fueron conducidos a Burgos y Nanclares de Oca (Álava). En junio fueron acercados otros seis reclusos y el año 1997 concluyó con el traslado, en el mes de diciembre, de 15 internos más. Pero durante el presente año, los traslados quedaron prácticamente congelados, pese a la incesante presión ejercida sobre el Gobierno por los partidos de oposición y diversas instituciones vascas. La decisión adoptada ahora por Mayor ha venido siendo anunciada desde hace un mes. Pero hasta ayer no se hizo pública oficialmente, aunque ya la semana pasada se daba por segura en medios políticos y se apuntaba que se haría realidad antes de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, se trasladase hoy a Vitoria para participar en un mitin electoral del PP.

"Esta decisión había sido solicitada por los partidos democráticos, por todos sin excepción", declaró ayer el ministro del Interior a Tele 5. "Una decisión siempre está determinada por las circunstancias. Si me quiere preguntar si hubiese sido posible esto sin la tregua... Esta decisión, quiero recordar, nosotros la adoptamos en su momento, sin tregua", dijo, añadiendo que el traslado de los cuatro presos se debe a "razones sanitarias".

Aunque fuentes de Interior niegan que el acercamiento de los cuatro presos pueda interpretarse como un primer gesto del Gobierno en respuesta a la tregua de ETA, otros medios políticos resaltan que se haya producido precisamente en este momento. Estos medios recuerdan que el Parlamento vasco ya pidió el pasado junio el acercamiento de estos reclusos (dos de ellos por padecer hernias discales, otro por una hernia inguinal, y el cuarto por dificultades respiratorias a causa de tener desviado el tabique nasal). La familia de Etxebarria asegura que lleva seis años reclamando su traslado a Euskadi para tratarle de las hernias discales que padece.

Mayor reiteró que esta decisión no es indicativa de un futuro cambio en la política penitenciaria, sino de una simple aplicación de la actual. El ministro portavoz del Gobierno, Josep Piqué, abundó en el mismo planteamiento, añadiendo que sólo se debe a que el Ejecutivo ha sido "sensible" a las peticiones de todas las fuerzas políticas. Según Piqué, los cambios en la política penitenciaria se producirían, en su caso, "a medida que fuese avanzando el proceso de paz y a medida que se pueda consolidar el abandono de las armas" por parte de ETA.

El director general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, sugirió en Estrasburgo (Francia) una posible reorientación de la actual situación si se consolida el fin de violencia. Durante su intervención ante 200 expertos y parlamentarios en el Consejo de Europa, Yuste explicó que la actual política de dispersión "resultaría contraproducente" si acaba el terrorismo y desaparece la presión de ETA sobre los presos.

La dirección general de Instituciones Penitenciarias no supo precisar anoche cuándo se realizarán los traslados de Fernando Díez Torres desde Almería a Nanclares de Oca; Mikel Vázquez de Luis desde Lugo a Martutene (San Sebastián); Pedro Juan Guridi desde Albolote (Granada) a Nanclares de Oca; y Francisco Javier Etxebarria desde Teixeiro (A Coruña) a la cárcel de Basauri (Vizcaya).