La CAM se opone a la fusión con Bancaixa y pide que no se frivolice sobre el asunto
El final de la primera intervención de Vicente Sala ante la asamblea general ordinaria de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) como presidente de la entidad tuvo el sabor de la polémica. Sala se pronunció en contra de una hipotética fusión de la CAM con Bancaixa, y manifestó su malestar por "el tratamiento frívolo" que considera que se ha dado un asunto que, para el presidente, simplemente "no existe". Sala salió así al paso del malestar surgido entre los directivos de la entidad por los rumores de la fusión.
Ayer por la tarde se celebró en Alicante la asamblea general ordinaria de la CAM. Por la mañana, los consejeros se habían desayunado con una tribuna publicada en EL PAÍS y firmada por Martín Sevilla, ex consejero socialista de Industria y miembro del Consejo de Administración de la entidad, en la que se mostraba contrario a las fusiones y aseguraba que los rumores sobre éstas habían generado un malestar entre los directivos por la pérdida de iniciativa que supondría la supeditación de los órganos de la entidad a Valencia, y entre los trabajadores, por una eventual reducción de plantilla. "Quiero manifestar mi malestar por el hecho de que asuntos de tanta trascendencia, que afectan a trabajadores y clientes, puedan tratarse con una cierta frivolidad. Por ello, y porque es necesario transmitir un mensaje claro a la plantilla de esta entidad y a sus clientes, he de manifestarles que la independencia de la entidad no está puesta en cuestión", aseguró Sala. En los mismos términos se expresó el portavoz de la CAM y vicepresidente segundo, Antonio Gil Terrón, pese a que el empresario valenciano realizó el 23 de septiembre unas declaraciones en las que dijo que las fusiones "están en el candelero". Ayer no sólo se habló de fusiones, sino también de compras. La integración del Abbey National Bank y del Banco Sanpaolo en la red de la Caja de Ahorros del Mediterráneo supondrá para la entidad un aumento de 400.000 millones en su volumen de negocio. Además, la operación permitirá la implantación estable de una red de sucursales de la CAM en territorios ajenos a su ámbito geográfico natural, como son Baleares, Cataluña y Madrid. Ante tan halagüeñas perspectivas, los directivos estén impacientes por que el Grupo Matutes venda la mínima participación que retiene del Sanpaolo, único punto que obstaculiza el paso de la integración operativa a la jurídica, que la CAM espera hacer antes de fin de año. Gil Terrón valoró positivamente la posibilidad de "tener de un solo golpe una red estable en dos territorios altamente recomendables para nuestros intereses, como son Baleares y Cataluña, además de adquirir también una mayor representación en Madrid". Mientras llega ese momento, a la CAM no le va nada mal: sus resultados antes de impuestos en el tercer trimestre del año ascendieron a 17.879 millones, 2.106 más que en el mismo periodo de 1997, lo que supone un incremento del 13,35%. Gil Terrón destacó también la tendencia al alza de los ingresos por inversiones que se vive en las entidades crediticias, en detrimento de los recursos conseguidos por captación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.