Las autoridades de Marina ignoraban que hubiera barcos turísticos en Banyoles

El naufragio de un catamarán turístico en Banyoles, que el pasado jueves causó la muerte de 20 jubilados, ha destapado la absoluta dejación de las administraciones en el control del tráfico naval del lago. La Capitanía Marítima de Palamós, responsable de autorizar todas las embarcaciones de la zona y sancionar sus infracciones, aseguró ayer que, oficialmente, los barcos ecológicos que operaban en el lago de Banyoles estaban "en periodo de construcción". En la documentación de la Capitanía, dependiente del Ministerio de Fomento, no consta que por las aguas del lago, donde operan tres cruceros turísticos que concentran casi 90.000 pasajeros al año, navegara barco alguno.

El capitán marítimo Josep Marsal descargó toda la responsabilidad del naufragio de Banyoles en el armador, los patronos y el Ayuntamiento de Banyoles. Marina considera como infracción grave la realización de obras de transformación en un barco sin autorización, así como la botadura sin permiso y qie el barco no se halle debidamente matriculado. Todas estas transgresiones a la ley coincidieron en L´Oca, el catamarán siniestrado en Banyoles.

Por otro lado, la Fiscalía de Girona solicitó ayer a la juez del caso que encarcele a los propietarios y patronos de la embarcación, Simón Rodríguez y Bartomeu Gayolà, actualmente en libertad bajo fianza.