Oasis, La Esquina, Oil Dor, Carburos, Isolux, fiducias o el baño en tinta roja de una época

Alfredo Sáenz habló del agujero grande, pero también de los pequeños, algunos de los cuales afloraron en operaciones que forman parte del juicio oral y que están tipificadas como presuntas apropiaciones indebidas, estafas y falsedades documentales.Según narró, la separación entre Banesto y el grupo Oasis, que preside Pedro Pueyo, un hombre que llegó a poseer el 3% de Banesto y cuyos derechos de voto ejercía Mario Conde, costó a Banesto no los 15.000 millones de pesetas que el equipo de Conde admitía como provisión en 1993 ni los 25.000 millones previstos por el Banco de España, sino más de 51.000 millones. A los 37.000 millones provisionados en el plan de 1994, se han añadido 14.000 adicionales. La Esquina del Bernabéu ha supuesto pérdidas para Banesto de unos 3.000 millones de pesetas, mientras que Oil Dor representa 6.300 millones de pérdidas, además de las provisiones.

"Esto de Oil Dor es más o menos así. Yo tengo un apartamento que vale 50 millones y lo vendo por 100. Si construyo 100 apartamentos gano 500 millones, si son 1.000 apartamentos gano 5.000 millones. Te digo, vamos a hacer el negocio, me das 2.500 millones, si el negocio sale vamos a medias y además te lo financio. Eso es lo que, en mi opinión, fue Oil Dor con el proyecto de gasolineras". El quebranto de 6.372 millones se suma a las provisiones, que ascendieron en el plan de 1994 a 7.000 millones "Estas cifras salen después de vender algunos terrenos que tenía Oil Dor".

En Isolux Wat, Sáenz explicó que la sociedad tenía pérdidas en 1993, cuando la Corporación compró el 30% procedente de la instrumental Valyser, que hubieran sido de 4.000 millones a no ser por un abono de la Corporación de 2.460 millones que dejó los números rojos en 1.662. En 1994, las pérdidas fueron de 4.600 millones; en 1995 de 6.302 millones y en 1996 de 5.000. Sobre la operación 300 millones, Martín Rivas, explicó Sáenz, le informó de que los 300 millones se habían destinado a Adolfo Suárez, pero nunca dijo, hasta su carta de octubre, que era por un servicio ante el Banco de España. Sobre Carburos, Saénz dijo que el dinero debía entrar a Banesto y se fue a Suiza.