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Teatro de la Abadía descubre el lado cómico e irónico de Bertolt Brecht

Margot Molina

"La vida de los que se liberan de sus opresores, como la de todos los pioneros, puede ser difícil durante algún tiempo, al haber cambiado un sistema de opresión por otro". Éste era uno de los argumentos que Bertolt Brecht esgrimía a favor de su obra El señor Puntila y su criado Matti, una crítica al poder llena de ironía pero también de comicidad que ha montado Teatro de la Abadía de Madrid. La obra se presentó en Andalucía ayer, en el teatro Central de Sevilla, y está dirigida por Rosario Ruiz Rodgers.

"La obra es una comedia musical con un humor entre alemán y latino, una mezcla que resulta extraña pero que nos coloca ante una imagen de Brecht más alegre, distinta a la que nos tenían acostumbrados", explicó ayer Rosario Ruiz Rodgers, quien ha dirigido El señor Puntila y su criado Matti. La obra, que puede verse en el teatro Central desde ayer hasta el día 18, forma parte del homenaje que Teatro de la Abadía, la compañía madrileña que dirige José Luis Gómez, le rinde al Brecht en el centenario de su nacimiento. La Abadía, que ha introducido en España una forma distinta de hacer teatro en la que los actores tienen una formación continua, presentará también Brecht cumple 100 años, un montaje con textos seleccionados por el dramaturgo Ernesto Caballero. Esta obra, que podrá verse los días 16 y 17 en la Sala B del Central, es más lírica que la anterior y evoca al autor de Madre coraje de una forma "ligera y desenfadada, con cierta distancia irónica que suponemos hubiese sido muy del agrado del dramaturgo alemán", escribe Caballero, que también dirige la obra. "Para nosotros es muy importante el hecho de que parte de la puesta en escena sea creación de los propios actores. Es una de las maneras más gratificantes de dirigir y que podemos hacer después de cinco años de trabajo en común", asegura Rosario Ruiz Rodgers, quien acaba de recibir el premio La Celestina a la Mejor Puesta en Escena por esta obra. El señor Puntila y su criado Matti, que cuenta con la escenografía de Curt Allen Wilmer, la estrenó José Luis Gómez en el papel de Puntila y, hace dos meses, lo ha sustituido Lluís Homar, un actor que lleva 22 años con Teatre Lliure. "José Luis ya sabía, cuando estrenamos, que la tendría que dejar por su trabajo al frente de la compañía", aclaró la directora. Pedro Casablanc, un actor que ha trabajado en cinco de los primeros montajes del Centro Andaluz de Teatro, encarna a Matti, el personaje que tiene que soportar los cambios de humor de su amo. Brecht escribió esta obra en 1940 cuando llegó a Finlandia huyendo del nazismo. La obra, de 135 minutos de duración, incluye números musicales compuestos por Luis Delgado.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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