El Gobierno andaluz exige consenso ante cualquier reforma de la Constitución

Reforma frente a perfeccionamiento. Una cuestión dialéctica que expresa las diferentes posiciones que mantienen IU y PSOE ante el debate abierto sobre la reforma de la Constitución y del modelo de Estado. Un debate en el que el Gobierno andaluz reiteró ayer, esta vez en el Parlamento autonómico, su defensa cerrada de la actual Constitución como garante de la cohesión y solidaridad entre los diferentes territorios de España. El Ejecutivo andaluz advirtió, no obstante, que cualquier modificación debe pasar por el consenso y estar desvinculada de la tregua declarada por ETA.

La comparecencia del Gobierno andaluz para explicar su posición acerca de la reforma constitucional y del modelo de Estado fue un cara cara entre el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, y el portavoz parlamentario de IU, Luis Carlos Rejón. Al ser reclamada la comparecencia por un sólo grupo parlamentario, no intervinieron ni PSOE, ni PP ni PA, lo que dejó, en cierta manera, descafeinado un pleno que había creado gran expectación. El debate fue seguido desde la tribuna por el coordinador regional de IU, Antonio Romero, quien ya el día anterior anunció su presencia. Fue un debate que también tuvo sus dosis de polémica. Los andalucistas, socios del PSOE en el Gobierno autonómico, mostraron su malestar con los socialistas por el contenido de la comparecencia. El PA no se siente representado, en este caso, por las tesis que defiende el PSOE y que ayer expresó el consejero de la Presidencia en la tribuna. Por este motivo, los dos diputados andalucistas se salieron del pleno durante el debate. El consejero Antonio Ortega secundó minutos después a sus compañeros de partido, pero sólo cuando los periodistas mostraron su extrañeza por el hecho de que los parlamentarios del PA protestasen y el titular de Relaciones con el Parlamento permaneciese sentado en su escaño. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, sólo estuvo presente en el pleno unos minutos, hecho que provocó una airada crítica de Rejón. "Chaves no ha querido responder ante este Parlamento. Es una prueba del desprecio y de la dejadez de su Gobierno ante esta Cámara", lamentó Rejón, que, a renglón seguido, recordó que Chaves ha pedido la comparecencia del Ejecutivo de José María Aznar y la suya propia en el Senado para hablar sobre la reforma constitucional. Ya metidos en harina, tanto Zarrías como Rejón siguieron al milímetro el guión que cada una de sus formaciones tiene ante el debate sobre el modelo de Estado. El portavoz parlamentario de IU defendió a capa y espada la necesidad de abordar sin ningún temor la reforma constitucional para ir hacia un Estado federal en el que las diferentes comunidades se puedan asociar libremente. Expuso Rejón algunas de las bondades que, según IU, supondría este modelo, en el que los diferentes estados tendrían cubierto al 100% sus necesidades financieras. Por otros derroteros discurrió la intervención del consejero de la Presidencia. Zarrías prefirió hacer hincapié en que la Constitución de 1978 ha significado un periodo de prosperidad y estabilidad inédito en la historia contemporánea de España y, por ende, de Andalucía. Desde este punto, hiló con el proceso de descentralización que ha vivido el Estado en los últimos 20 años. Lo que también expresó Zarrías fue su temor a que este modelo se quiebre en beneficio de unas pocas comunidades, las llamadas históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia), y en detrimento de las otras. Zarrías subrayó varias veces que el Gobierno andaluz se opondrá a propuestas que fracturen principios como la cohesión y la solidaridad. Eso sí, expresó su disposición a que se haga un "perfeccionamiento" tanto de la Constitución como del Estatuto de Autonomía de Andalucía de forma que se pueda profundizar en los aspectos federalizantes que la actual Carta Magna aún ofrece.