_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El trabajo y sus circunstancias

Neoliberalismo, economía de mercado, globalización, mercados financieros, macroeconomía. Éstos son conceptos utilizados diariamente por los medios de comunicación, nos los cuentan a todos, pero sólo unos pocos podrían definirlos.Distinto es cuando nos hablan de incrementos salariales, beneficios, horas extraordinarias, desempleo; aquí sabemos todos de qué se nos está hablando. Porque, ¿quién no ha sufrido o tiene a alguien cercano cubriendo el paro o un empleo precario?; ¿quién no tiene que firmar contratos de trabajo que luego la realidad del día a día desmiente lo pactado? Efectivamente, el mundo laboral no está en su mejor momento. La mayoría de los trabajadores de este país reniegan: cuando no tienen unos contratos por obra (estando siempre vendidos), los sueldos son para llorar, y si no, han de hacer decenas de horas extraordinarias sin cobrar, por no hablar de la presión a la que están sometidos por la exigencia del aumento de la productividad o el mal ambiente que genera dentro de la empresa la competitividad y la inseguridad en el empleo.

Nos estamos moviendo en la más absoluta inmoralidad e injusticia por culpa del sacrosanto mercado y el beneficio como bien supremo. Hoy, rara es la pequeña empresa, multinacional, banco, comercio, mediana o gran empresa que no cometa algún abuso utilizando los recovecos legales, y, en algunos casos, las más absolutas y descaradas arbitrariedades que uno se pueda imaginar. Y ante eso, ¿qué puede hacer un trabajador que sabe que tiene dos millones de parados esperando que su empleo quede libre?, y muchos de ellos, incluso, dispuestos a hacer cualquier cosa por conseguirlo y mantenerlo, y esto no sólo lo sabe el trabajador, también lo sabe el empresario. Otro gallo nos cantaría si esos millones de horas extraordinarias que se hacen en este país anualmente y no constan en ningún sitio se tradujeran en puestos de trabajo y si el incremento de beneficios no estuviera supeditado a presionar hasta lo indecible a muchos trabajadores de este país, sería mucho más legítimo. El problema es que el capitalismo no tiene quién lo conteste, y aunque no echo de menos el muro de Berlín, no estaría de más

Pasa a la página siguiente

El trabajo y sus circunstancias

Viene de la página anterior que algo o alguien pusiera freno a lo que supone una vuelta atrás en lo que fueron conquistas de los asalariados, algunas conseguidas con muchos sacrificios.- .

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_