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Entrevista:

"Tiene que acabar la avalancha de los extranjeros"

Marcos Vales, nacido hace 23 años en A Coruña, centrocampista del Zaragoza, se llevó el pasado viernes una de las sorpresas más gratas de su carrera deportiva. El seleccionador José Antonio Camacho le incluyó en la lista de 18 jugadores convocados para el partido Israel-España, de la fase de clasificación para la Eurocopa 2000. Tiene ahora la oportunidad de estrenarse en el equipo nacional absoluto, y desea repetir la hazaña del año pasado en el escalafón anterior, con la selección sub-21: ganar una Eurocopa. Estos días ha regresado a su tierra gallega, de donde salió hace cuatro años con la amargura que supone abandonar el equipo de sus sueños, el Deportivo, que se resistió a cumplir la promesa de hacerle un contrato profesional. Recaló en el Sporting de Gijón, que no pagó un duro por su fichaje al ser jugador aficionado. Al acabar la temporada 1997-98, cuando concluyó sus tres años de contrato con el equipo asturiano, que ya veía el abismo del descenso, llegó al Zaragoza con el cartel de transferible por 300 millones. Hoy su equipo es líder en la Liga, su claúsula de rescisión asciende a 1.500 millones y él está en la concentración del equipo nacional.Pregunta. ¿Cómo ha recibido su convocatoria para la selección absoluta? Respuesta. No tenía la menor intuición de que pudiera ser seleccionado. No me lo planteaba. Tanto es así que desconocía la fecha en que Camacho daba la lista para el partido de Israel. Estaba a mi bola, con el Zaragoza y con el pensamiento puesto en nuestro próximo partido de Liga frente al Madrid.

P. El año pasado se proclamó campeón de Europa sub-21. ¿No se sentía vigilado por si algún día llegaba a la selección absoluta como han hecho sus compañeros de hazaña Michel Salgado o Ito?

R. No tenía referencias de nada. Supongo que ahora se han fijado en mí porque el Zaragoza camina perfectamente. Además, si alguna confianza tenía en que llegase este momento fue con Clemente, que se acordó de mí para el equipo sub-21. Ojalá llegue con la selección absoluta al mismo podio que con la sub-21, el de campeones de Europa.

P. ¿Qué le dice su regreso a Galicia en estas circunstancias y después del amargo recuerdo de su marcha del equipo de su ciudad, el Deportivo?

R. Es un doble motivo de satisfacción. Vuelvo a mi tierra, a mi casa, y convocado para el equipo nacional absoluto. Me costó mucho dejar el Deportivo. Tuve mis dudas a la hora de decidirme. No me agradó el trato que tuve y las circunstancias me forzaron a dejar A Coruña. No me agrada recordar detalles. Me prometieron un contrato profesional, pero pasó año y medio y me vi abandonado con apenas 18 años y todo un porvenir por delante. Además, las perspectivas de jugar en ese equipo con Fran, Aldana y Mauro Silva no podían ser más pesimistas. Todo se juntó para que aceptase la oferta del Sporting.

P. ¿Espera volver algún día al Deportivo?

R. No. He seguido mi carrera por donde me ha llevado. No todo el mundo tiene la oportunidad de elegir. De alguna manera es un mensaje para los que cuidan de las canteras. Hoy está muy dificil para un futbolista español jugar en Primera División y por eso hay que echar mano de lo que te den. De una vez por todas se tiene que acabar la avalancha de extranjeros.

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