Y "Chanquete" se coló

En esa extraña mezcolanza en que se ha convertido la procesión cívica se registró ayer un nuevo hito. En los últimos años setenta y primeros ochenta -cuando la procesión era incívica- destacaron las agresiones a los ediles elegidos democráticamente. Con la llegada de la derecha al poder municipal, a principios de esta década, llegaron el Tedéum en la catedral y la consiguiente ampliación del recorrido, además de la participación de nuevos estamentos. Y ayer se sumó Chanquete, que se coló en la procesión. El orden del desfile que habían previsto los servicios de protocolo indicaba que abriría la polícía montada, a la que seguirían la tabalà, los gremios, las asociaciones profesionales, culturales y recreativas, la banda municipal, la Junta Central Fallera, Lo Rat Penat, los invitados civiles y militares, los invitados institucionales -Tribunal de las Aguas, Consell de Cultura, etcétera-, los oficiales de la Policía Local y los timbaleros, que precederían a la senyera. Tras ésta, las primeras autoridades, los concejales y miembros del Consell. Y cerrando la comitiva, la Policía Local. Pero el actor Antonio Ferrandis, contratado por la Generalitat para promocionar las bondades de los destinos turísticos valencianos, se coló para situarse en lugar destacado y bien visible, por delante de los primeros invitados. Asido siempre a dos personas que le flanqueaban, debido a su precario estado de salud, el actor, conocido por su papel de Chanquete en la serie televisiva infantil Verano Azul de finales de los setenta, recibió casi tantos aplausos como la senyera. Ferrandis, complacido, correspondía con saludos. Por lo demás, la procesión discurrió como casi siempre, el himno valenciano se escuchó tantas veces como otros años y, también como en anteriores ocasiones, el himno español fue ahogado con pitos y bocinas en la plaza del Ayuntamiento y en el Parterre pero no en la Generalitat. Y, como siempre, todo terminó con una mascletá.