El soldado Ryan
Quisiera hacerle llegar unas reflexiones en torno a lo que considero una tomadura de pelo: el último filme de Steven Spielberg.Intentar vendérnoslo como una película antibélica me parece simplemente demagógico.
El mensaje final que el espectador recibe, la exaltación del trabajo bien hecho, del deber cumplido, no se corresponde con las brutales imágenes supuestamente dirigidas a disuadirle de cualquier intención bélica.
Cuando uno sale de la sala, con la recientísima impresión de que el soldado Ryan ha sido al cabo buena persona, dichas imágenes (el desembarco, la batalla del puente), en vez de resultar ser el soporte utilizado por el director para transmitirnos un mensaje antibelicista, alcanzan su verdadera naturaleza como simple ejercicio de estilo: técnicamente muy bien hechas, pero sin calado.
Además, la película está construida como un flash-back, por lo que no es un filme de guerra en sentido objetivo. Si así hubiera sido, habría quedado en una buena cinta bélica, pero es en este flash-back, iniciado y finalizado con un primer plano de la bandera norteamericana, donde reside todo el calado ideológico de la película.
En mi modesta opinión, a Spielberg ya se le fue la mano en el final de la aclamada La lista de Schindler, y ahora ha vuelto a demostrar que no vale para hacer
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