La diplomacia española comienza una cauta apertura a Irán, Libia e Irak
La visita desde hoy a Madrid del presidente del Parlamento iraní, Ali Akbar Nateq-Nuri, acompañado del viceministro de Asuntos Exteriores, Morteza Sarmedi, marca un nuevo paso en la discreta aproximación de España a Irán, en línea con la mayoría de los países europeos. El creciente diálogo con Teherán no es ajeno a un mayor acercamiento a Irak y a una mejor sintonía con Libia, aunque el régimen del coronel Muammar el Gaddafi parece ser el más remiso a impulsar una rápida normalización de relaciones con Occidente. Kamal Jarazi, ministro iraní de Asuntos Exteriores, visitó Madrid el pasado junio en una de sus primeras visitas al exterior, en un gesto que fue del aprecio del Palacio de Santacruz.La normalización de relaciones diplomáticas entre el Reino Unido e Irán durante la primera semana de la Asamblea General de las Naciones Unidas había estado precedida por visitas a Teherán del primer ministro italiano, Romano Prodi, del ministro francés de Asuntos Exteriores, Hubert Védrine, y de una delegación de la troika comunitaria. La diplomacia española apoya una intensificación del diálogo con el Gobierno moderado de Mohammed Jatamí, a fin de paliar la tensión que crea en toda la región el estancamiento de las negociaciones de paz en Oriente Próximo, de las que la Unión Europea (UE), pese a financiar en gran medida la economía de la Autoridad Palestina, sigue marginada. Fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores subrayaron la importancia de estrechar lazos con los sectores moderados del régimen iraní, y salvar el abismo de incomprensión entre los regímenes islámicos y los países europeos.
Esta aproximación europea y española a los países considerados "proscritos" por Estados Unidos e Israel no ha pasado desapercibida a la comunidad judía norteamericana que, a través de la Liga Antidifamación y el Comité Judío Americano, advirtieron privadamente al ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, durante la Asamblea General de Naciones Unidas, sobre los riesgos de confiar en regímenes que mantienen el objetivo de destruir el Estado de Israel.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.