Gerry Adams invita a Aznar a que "agilice sus movimientos" en política penitenciaria

Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, elogió en su visita a Euskadi el valor de ETA por declarar una tregua y pidió al Gobierno que no retrase ni obstaculice el camino hacia una paz negociada para el problema vasco y que responda con rapidez a las propuestas contenidas en la Declaración de Lizarra. Tras calificar de "valiente iniciativa" la declaración de tregua, consideró que una medida que podría generar confianza sería que el Ejecutivo hiciera "ágiles movimientos en la cuestión de los presos". Además de reunirse con dirigentes de HB, Adams se entrevistó con Xabier Arzalluz, presidente del PNV, quien declaró que quisiera aprender del político irlandés a "crear una paz para todos en la que no estuviéramos unos de espaldas a otros".

"Doy la bienvenida a la Declaración de Lizarra y a la valiente iniciativa adoptada por ETA para impulsar este proceso. Yo instaría a las partes implicadas y al Gobierno español en particular a aprovechar esta oportunidad", dijo Gerry Adams ayer en una conferencia de prensa celebrada en Bilbao poco después de llegar de Belfast, en la que es su primera visita al País Vasco desde que se firmó en su país el acuerdo de paz de Viernes Santo."Los Gobiernos tienen una responsabilidad en impulsar los procesos de paz. No se anden con evasivas; no retrasen el comienzo, no creen obstáculos. El énfasis hay que ponerlo en crear confianza", afirmó Adams. Cree que el Gobierno español podría responder a la "enorme contribución hecha por el anuncio de la tregua de ETA" actuando con prontitud en relación con los presos. "No se perdería nada, y podría ganarse mucho con el traslado de los presos cerca de sus familiares; excarcelando a aquellos presos enfermos o que hayan cumplido ya su condena."

Estas palabras sonaban a música celestial en los oídos de sus anfitriones de Herri Batasuna, el histórico aliado de Sinn Fein, la rama política del IRA. A su llegada al aeropuerto de Sondica, fue recibido en loor de multitud. Cerca de un centenar de seguidores de HB que ondeaban banderas vascas e irlandesas lo saludaron efusivamente en el aeropuerto. Intercambió besos con algunas admiradoras, una de las cuales le entregó un ramo de flores. A continuación fue homenajeado con un aurresku (danza ceremonial), que bien pudo resultarle parecida al gig (baile irlandés).

Neblina

Al mirar por la ventanilla de su avión, Adams pudo tener la duda de si el piloto no habría regresado por error a Belfast. Las verdes colinas, envueltas por la neblina, los cielos grises y la lluvia constante debieron de recordarle irresistiblemente su tierra natal.Algo más confuso, quizá, le resultara el espectáculo ofrecido por las ikurriñas, cuyo diseño es idéntico al esquema de cruces que se identifica en todo el mundo como la enseña británica, la mundialmente famosa Union Jack. Éstas eran las banderas que formaban el telón de fondo en la conferencia de prensa conjunta que Adams ofreció con Arnaldo Otegi, dirigente de HB, en un hotel de la capital vizcaína, antes de la reunión que por la tarde mantuvieron las delegaciones del Sinn Fein y de HB. Cualquier lector de la prensa de Belfast, al ver las enseñas en la fotografía en blanco y negro, podría haberse preguntado si Adams se había vendido unilateralmente al secular opresor.

El político irlandés hizo gala de buen humor al comenzar la conferencia de prensa y, para regocijo de sus anfitriones, pronunció unas palabras en entrecortado euskera. Su tono estudiadamente conciliador contrastó con la beligerancia de Otegi. Eso servía de indicador sobre la distinta madurez política que separa al veterano y pacificador dirigente norirlandés del joven dirigente vasco, cuya alfabetización en las tareas de tender puentes de diálogo se encuentra en un estadio aún temprano.

Otegi arremetió contra ciertos "medios de comunicación" españoles, de los que afirmó que "tienen especial interés en dinamitar el proceso que conduzca a la paz." También atacó a los Gobiernos español y francés, a los que acusó de no tener la "voluntad política" de negociar la paz y que "se están manteniendo en una posición de la búsqueda del tiempo perdido."

Adams, por su parte, esbozó con humildad -"no queremos ser arrogantes ni prescriptivos"- una especie de recetario para la paz, compuesto de ocho puntos. Así, incidió en la necesidad de que todos los partidos que intervengan en la negociación respeten las posiciones de los otros y que no acudan con una idea fija y predefinida de cuál debe ser el resultado. También señaló que la comunidad internacional tiene "el deber y la responsabilidad" de ayudar y aportar su experiencia. Sobre si se referirirá al problema vasco en un encuentro que tendrá en breve en Washington con el presidente Bill Clinton, dijo que la cuestión no se había suscitado aún por parte de HB, pero afirmó: "Por supuesto que lo haremos, si nuestros amigos lo desean".

Adams explicó que el núcleo del mensaje que ha traído al País Vasco es el de que todos los partidos deben aprovechar la oportunidad histórica de un diálogo pacífico y agregó: "No estaría aquí si no creyera que (la tregua) es sincera"; y "nadie debe temer tratar de llegar a la paz mediante el diálogo". El líder del Sinn Fein se reunió a solas con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz. Éste dijo después que quisiera aprender de Adams "lo que dijo de crear una paz para todos, donde no estuviéramos unos de espaldas a otros". Arzalluz reveló: "Nos hemos citado en Belfast para cuando esté en el Gobierno y le he prometido que iré."

Los firmantes del Acuerdo de Lizarra entregaron a Adams una copia para que se la dé a Clinton. HB y otros grupos nacionalistas han visto en esta visita una oportunidad de lograr la internacionalización del proceso de paz vasco. Pero Adams, preguntado sobre el asunto, se mostró reticente a comprometerse a actuar de intermediario con Clinton.

Adams se reunió por la tarde en la cárcel de Basauri (Vizcaya) con un viejo amigo, Karmelo Landa, miembro de la anterior mesa nacional de HB.