Cobayas de anatomía en Viena
Una exhaustiva investigación revela que la universidad ha utilizado restos de víctimas del nazismo
En el Instituto de Anatomía de la Universidad de Viena se han conservado hasta hoy los restos de prisioneros ejecutados por los nazis durante el III Reich. Este macabro descubrimiento "demuestra la falta de sensibilidad ética de las generaciones de la posguerra", dijo el decano de la Facultad de Medicina Wolfgang Schütz, quien también criticó que haya sido necesaria una intervención extranjera para que Austria iniciara una investigación.Entre 1938 y 1945, el Instituto de Anatomía había reunido 1.377 cadáveres de combatien-tes de la resistencia antifascista. Sólo ocho de las víctimas eran de origen judío. Durante el régimen nacionalsocialista la facultad también disponía para sus experimentos de unos mil cadáveres de personas fallecidas en los hospitales y de víctimas de eutanasia.
Fue la organización israelí Yad Vashem la que solicitó en 1995 que se abriera una investigación para esclarecer la identidad de las personas cuyos restos habían servido de modelo al Atlas de anatomía del médico austriaco Eduard Pernkopf. Durante el III Reich, Pernkopf, decano de la Facultad de Medicina y rector de la Universidad de Viena, había trabajado al servicio de la ideología nazi. Rehabilitado en 1949, pudo acabar su atlas, si bien no le estaba ya permitido dar clases.
En Austria, el Senado respondió a la solicitud israelí encargando a una comisión la inspección de todos los institutos y clínicas de la Universidad de Viena. La semana pasada se presentaron las investigaciones dirigidas por el historiador Gustav Spann. Los resultados son escalofriantes: en el Instituto de Anatomía se encontró casi un centenar de preparados provenientes seguramente de la época nazi, en el Instituto de Embriología otros cien recipientes con formol, con restos de antifascistas asesinados. También en el Instituto de Neurología se identificaron más de media docena de muestras orgánicas de pacientes de psiquiatría, que perdieron la vida en los programas de eutanasia, e incluso en el Instituto de Medicina Judicial estaba el cráneo de un secretario de Estado asesinado por la Gestapo en 1938.
Todos estos restos humanos han sido apartados de la universidad para su próxima sepultura en una fosa de honor concedida por el Ayuntamiento de Viena.
Avshalom Hodik, miembro de la Sociedad de Culto Israelí en Viena, se declaró satisfecho con la investigación llevada a cabo, dado que "contribuye a esclarecer el papel desempeñado por la universidad y la medicina en la injusticia del régimen nazi". A partir de aquí, dijo, se deberán continuar las investigaciones en otros sectores de la ciencia. Por su parte, el director del Archivo de Resistencia Antifascista de Viena, Wolfgang Neugebauer, cree que todavía hay que seguir inspeccionando otras universidades austriacas, como la de la ciudad de Graz, donde se sospecha que fueron conservados restos de prisioneros de los campos de concentración.
El descubrimiento de este oscuro capítulo aún no cerrado en Austria coincide con una fase de esclarecimiento de los crímenes del nazismo, que viene retrasada en este país que al concluir la II Guerra Mundial se declaró víctima de la ocupación alemana en un intento de borrar toda implicación en el holocausto. A raíz de las reivindicaciones de la víctimas y sus herederos, se está abriendo ahora la posibilidad de restituir los bienes saqueados, y, por primera vez, Austria ha admitido también que sus museos han retenido durante medio siglo las obras de arte robadas a las víctimas.
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