Educación: la conjura de los necios
El día 29 de octubre se publicó en su diario, en la sección Opinión del Lector, un artículo titulado Educación y sindicatos, donde se vertían, junto a descalificaciones de CCOO y UGT, una serie de afirmaciones falsas sobre el acuerdo en Educación y la representación sindical.Llama poderosamente la atención el desconocimiento que tanto de la realidad sindical del sector como de los contenidos del citado acuerdo manifiesta el firmante. Aspectos ambos poco creíbles, si nos atenemos al cargo que dice tener en el sindicato FSIE y que, por tanto, le faculta para hablar en nombre de esa organización.
Por consideración a los lectores, la FREM de CCOO ha creído oportuno salir al paso de las falsedades e insultos vertidos en el citado texto:
1.El acuerdo negociado y consensuado con la consejería, después desautorizado en parte por el presidente Ruiz-Gallardón, tenía como objetivo fijar los ejes prioritarios de actuación para mejorar la calidad de la enseñanza madrileña; es decir, mejorar la calidad de la enseñanza pública y la enseñanza privada concertada.
2.En el acuerdo se contemplaba un modelo educativo madrileño respetuoso con los actuales equilibrios públicos y privados. Se definía con claridad el papel de servicio público de la enseñanza privada concertada, remarcándose su papel subsidiario respecto a la enseñanza pública. Tan es así que se comprometían medidas orientadas a equipararlas en condiciones de escolarización, funcionamiento democrático, control social, etcétera.
3.El plan de choque incluía una partida específica de 18.000 millones para homologar económicamente al profesorado de los centros privados con los públicos (más de 500.000 pesetas anuales), así como equiparar su jornada lectiva. A esto se añadía un compromiso de creación y estabilidad en el empleo, tan necesarios en el sector. Baste recordar que el índice de precariedad se acerca al 40% (superior al 21,4% de media regional) y que el propio convenio, firmado por USO y FSIE, acepta un mínimo del 25% de contratación temporal.
4.Una lectura comprensiva del acuerdo conduce a una conclusión: las condiciones laborales de los trabajadores no eran su objeto, serían las mesas de negociación respectivas las que tendrían que abordar aquellos aspectos del acuerdo que tuvieran repercusión sobre los mismos.
5.Las centrales sindicales de CCOO y UGT superan el 70% de representatividad en nuestra región. Su legitimidad para abordar en el diálogo social una política horizontal como la educativa sólo se puede cuestionar desde el más necio desconocimiento de los preceptos constitucionales y la legislación vigente.
6.Tampoco acierta, lo que no dice nada a su favor, en la cuantificación de la representatividad del sector. En la enseñanza pública el primer sindicato es CCOO (40% en los docentes, más del 50% en el personal no docente), y entre CCOO y UGT superan la mayoría absoluta en todos los sectores de la enseñanza madrileña (universitario y no universitario, público y privado).
A tenor de todo lo anterior, los calificativos despectivos para CCOO y UGT o el atrevimiento a evaluar la actitud democrática de los secretarios generales de ambas organizaciones no deja de ser chocante. Mucho más si se tiene en cuenta que vienen de un responsable de uno de los sindicatos que, por su vinculación a la patronal, más ha pervertido las relaciones laborales democráticas en la enseñanza privada.
Ni siquiera acierta con el símil cinematográfico. Escuchado el discurso del presidente Ruiz-Gallardón en el debate del Estado de la región, lo más acertado por su parte sería exclamar que el señor presidente es "uno de los nuestros".- . Secretario general de la Federación Regional de Enseñanza de CCOO de Madrid.
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