Los suizos del Festina, sancionados 8 meses

Alex Zülle, Laurent Dufaux y Armin Meier, los tres corredores suizos del Festina que confesaron el pasado julio haber consumido EPO y otras sustancias dopantes, fueron sancionados ayer por su federación con ocho meses de suspensión a partir de hoy, 1 de octubre. No podrán participar en ninguna carrera inicialmente hasta el 1 de junio de 1999. Es la primera vez que algúin deportista es sancionado por dopaje sin haber dado positivo en ningún control. Los productos que admitieron utilizar son indetectables en los controles de orina y de sangre.

Los tres corredores, que forman parte de la élite mundial -Zülle ha ganado dos Vueltas y fue campeón del mundo contrarreloj en 1996; Dufaux ha ocupado el podio en el Tour y la Vuelta- deberán abonar, además, una multa de 3.000 francos suizos (unas 300.000 pesetas). La sanción, que pone en peligro su participación en el próximo Tour, la prueba fundamental del calendario mundial (aunque el director de la carrera francesa ya había advertido que en 1999 no admitirá equipos con corredores dopados), abre también un interrogante sobre la continuidad del patrocinio del equipo, que ya recibió un duro golpe con su eliminación del último Tour."¿Qué vamos a hacer si sancionan a nuestros líderes?", se preguntaba recientemente Miguel Rodríguez, patrón del equipo. Esa misma reflexión se hacía anoche Juan Fernández, el director que llegó al conjunto en sustitución del procesado Bruno Roussel.

La federación francesa, además, deberá próximamente resolver si sanciona a los corredores franceses del equipo -Brochard, Hervé, Rous, Virenque y Christophe Moreau-. Si siguiera el ejemplo de sus vecinos, el Festina sería un equipo desmediado la próxima temporada y sólo podría lucir al máximo en los últimos meses del año.

La sanción es recurrible y deberá ser ratificada por la UCI, un organismo que prevé una suspensión de entre seis meses y un año por un primer positivo y había solicitado a us afiliados la máxima dureza reglamentaria. La comisión antidopaje suiza, sin embargo, ha optado por una sanción intermedia, quizás teniendo en cuenta las condiciones en las que los corredores confesaron que se dopaban. Todos ellos fueron detenidos en comisaría más de 24 horas y confesaron presionados ante la policía. Después, sin embargo, no tuvieron reparos en admitir ante los periodistas la práctica del dopaje organizado en el seno del Festina.

La sanción comienza hoy oficialmente, por lo que debería terminar el próximo 1 de junio. Sin embargo, una modificación del reglamento antidopaje de la UCI estipula que la sanción deberá ser "efectiva desde el punto de vista deportivo y debe ser ejecutada en el periodo de actividad normal del interesado. Para cumplir con este fin, la sanción puede repartirse durante distintos periodos del año". Si esta cláusula entra en efecto, podrían no contabilizarse los meses de noviembre, diciembre y enero, en los que no hay competición en Europa. Y si esto ocurriera, los tres ciclistas sancionados no podrían participar en una carrera oficial hasta el 1 de septiembre de 1999, con lo que estaría comprometida también su participación en la Vuelta.

Fuera del Mundial

Los tres corredores, al igual que sus compañeros franceses, ya habían sido excluidos de la selección suiza para el Mundial la próxima semana en Holanda, ya que la UCI prohíbe automáticamente la participación de cualquier corredor que esté inmerso en algún proceso disciplinario.