Un simulador facilitará el acceso del discapacitado al permiso de conducir

Para paliar los problemas que sufren los discapacitados a la hora de obtener el permiso de conducir, el departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Politécnica de Valencia ha diseñado un simulador que permite evaluar las posibilidades reales que tienen estas personas de ponerse al volante de un automóvil. El prototipo, que se comienza a probar hoy, permitirá medir los tiempos de respuesta ante distintos estímulos, pero también conocer los efectos de las drogas y el alcohol en la conducción.

Juan F. Dols, director de calidad del Laboratorio de Automóviles de la Politécnica y uno de los responsables del proyecto, considera que la Administración utiliza a menudo un criterio subjetivo a la hora de evaluar las posibilidades de conducción de las personas que sufren algún tipo de discapacidad, por lo que no descarta que este prototipo de simulador, pionero en España, se utilice a corto plazo en las autoescuelas, ya que permite reproducir el interior de cualquier vehículo de los que se encuentran en el mercado. Además de evaluar los esfuerzos y habilidades de los discapacitados, el simulador permitirá medir sus tiempos de respuesta ante diferentes estímulos o la influencia del estrés y del consumo de alcohol y drogas en cualquier tipo de conductor. Para las discapacidades físicas se instalan en el vehículo las adaptaciones necesarias al puesto de conducción (tanto el acelerador como el freno y el embrague se pueden accionar desde el volante o mediante palancas manuales) y a través de unos medidores se comprueba la fuerza que ejerce el conductor sobre cada mando, en una conducción simulada a través de una pantalla. Adaptado al conductor En el salpicadero del prototipo de coche diseñado por la Politécnica (con la financiación del Imserso) se recogen también las funciones que afectan a la seguridad en la conducción, como el accionamiento de los intermitentes, las señales de emergencia o el limpiaparabrisas. Los ingenieros han previsto igualmente el acceso del discapacitado al interior del vehículo desde el asiento trasero o a través de la puerta lateral, ya que el asiento tiene una base giratoria y su altura es regulable. La simulación de la conducción -al conductor se le plantean distintas situaciones en la pantalla- se efectúa a través de un programa software desarrollado por el Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia, y sus reacciones se van registrando en una base de datos, para su posterior estudio. En palabras de Dols, en un futuro se podrán ir mejorando los mandos para disminuir la fatiga del conductor y perfeccionar las características ergonómicas para mejorar su seguridad. No se descarta que el simulador permita entrenar también a conductores sin discapacidades, como son las personas de la tercera edad.