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Bilbao acusa a la Diputación de incumplir el plan de accesos a la capital firmado en 1990

El Ayuntamiento de Bilbao acusó ayer a la Diputación vizcaína de incumplir el plan de accesos viarios a la ciudad por no contemplar la eliminación en los próximos años del viaducto de Sabino Arana, el segundo acceso más transitado a la capital con cerca de 55.000 vehículos diarios. Cuatro departamentos del Consistorio bilbaíno han presentado alegaciones al I Plan de Carreteras de Vizcaya, que prevé invertir 400.000 millones de pesetas en los próximos 18 años, debido a que no contempla el anillo de circunvalación previsto y da prioridad al tráfico frente al peatón.

El plan de accesos a Bilbao vuelve a ser motivo de controversia entre Ayuntamiento y Diputación. Cuando en octubre pasado, tras siete años de disputas que paralizaron proyectos, se firmó un acuerdo para invertir 20.000 millones de pesetas en los túneles de Artxanda y la variante baja de Deusto, la polémica parecía desatascada. Sin embargo, el Primer Plan de Carreteras vizcaíno, en fase de alegaciones, ha reactivado las discrepancias. Los concejales de Medio Ambiente, Julia Madrazo (IU), y Urbanismo, Dimas Sañudo (PSE-EE), expusieron ayer las objeciones de sus áreas y las de Obras y Circulación, en manos del PNV, al gran proyecto de la Diputación. Los dos ediles subrayaron la ausencia en el plan foral de la supresión a corto plazo -no se contempla hasta el año 2010- del viaducto de Sabino Arana, incluido en el convenio bilateral firmado en 1990, y la no construcción del enlace de Olabeaga. Estos dos proyectos son fundamentales para el propósito del Ayuntamiento de limitar el tráfico de vehículos por la ciudad y desviarlo a un anillo de circunvalación. "Que el calendario de obras del Plan de Carreteras no tenga relación alguna con el acordado en el convenio firmado entre ambas instituciones sólo puede entenderse como que la Diputación foral ha decidido que dicho convenio ha quedado obsoleto y carece de valor", afirmó Sañudo, quien recordó que esa decisión "no puede ser unilateral" sino que debería procederse a una renegociación con el Ayuntamiento de Bilbao. Las alegaciones, que se presentaron hace diez días, señalan que el plan foral no tiene en cuenta el impacto ambiental negativo que supone el mantenimiento del acceso por Sabino Arana en los barrios cercanos y por ello consideran que su eliminación "debe recogerse con carácter prioritario y en un primer plazo". Además, se insta a respetar el plan urbanístico de la ciudad, "estudiando y recogiendo la ejecución del anillo de circunvalación previsto", así como la separación de los tráficos municipales y metropolitanos respecto a los comarcales y supraprovinciales, "previéndose variantes alternativas a la actual traza de la A-8 con Bilbao". El fondo de las alegaciones insiste en reducir el tráfico mediante la habilitación de circunvalaciones fuera del núcleo urbano y dando prioridad al peatón respecto al vehículo, "frente al plan de la Diputación que contempla sólo atender a la demanda. "Se trata de que el coche se sienta incómodo en Bilbao, porque está comprobado que cuantas más carreteras se hacen más coches las transitan", explicó la edil Julia Madrazo. La concejal señaló que el plan de carreteras "va en contra de la movilidad urbana sostenible, porque facilita que entren más vehículos de los que puede absorber la trama urbana. Implica un coste ambiental enorme e irreversible, sin que está asegurado el cumplimiento de mejorar la fluidez del tráfico de los accesos a Bilbao". Añadió que se incumple la ley de Medio Ambiente aprobada en febrero, al carecer de una evaluación conjunta de impacto ambiental. Las demandas del Ayuntamiento bilbaíno sobre el control del tráfico se producen justo cuando la capital ha sufrido, los dos últimos días, grandes atascos. El último estudio oficial sitúa en casi 300.000 el número de vehículos que confluyen a diario en Bilbao, con un dato complementario preocupante: el nivel de ocupación por turismo es de 1,2 viajeros. Desde 1992, el tráfico ha crecido un 11%, una media anual de 2,5%, que hubiera sido todavía mayor sin la implantación del metro.

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