Un sonido poco logrado
La nueva Asamblea se estrenaba ayer con una sesión de alto voltaje parlamentario. Y, aunque todo funcionó medianamente bien, los invitados se quejaron, con razón, de que la voz llegaba muy distorsionada a la parte alta del hemiciclo. Los técnicos de la cámara invirtieron parte de la tarde en pruebas de sonido para que el problema no se repita hoy. Y aprovecharon para cerciorarse del óptimo funcionamiento del sistema electrónico de voto. El estreno de sede parlamentaria multiplicó los despistes: muchos parlamentarios quisieron entrar por la puerta principal, cuando debían hacerlo por la lateral; la ex ministra Cristina Alberdi estuvo en un tris de entrar en el excusado de caballeros y en la cámara se sucedieron los traspiés con rampas y escalones.