Pelotazos y cuentos de Dickens
Mariano Pérez de Ayala, delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, despeja todos los balones. Se da la curiosa paradoja de una izquierda política -PSOE, IU- que se resiste a las modificaciones de terrenos industriales en residenciales denunciando la mano oscura del pelotazo; que evoca estampas "familiares" y "costumbristas" de la Sevilla de los cines de verano sin conseguir que apoyen la declaración del Avenida de Triana como bien de interés etnológico; que teme que el Plan Urban, en palabras de Paula Garvín, "está cambiando la composición social de la Alameda". Frente a esta visión nostálgica, está el gobierno neoconservador poco amigo de conservar que tiene en Pérez de Ayala a un munícipe que convive con el sambenito cinematográfico de El verdugo. "Es el negociado maldito", dice de la Gerencia de Urbanismo, "trabajan personas que no van por ahí derribando casas en esa imagen de los cuentos de Dickens que tienen ustedes". Ricardo Marqués, del Grupo Mixto, da un dato inquietante: "En una ciudad como Sevilla donde el número de viviendas desocupadas es igual a la demanda de viviendas, es discutible que se necesite más suelo". Sobre el pleno flotaron los datos de la encuesta de Sigma Dos publicada por El Mundo que vaticina 11 concejales para el PP, 11 para el PSOE y 7 para el PA. Carmelo Gómez (PSOE): "Esa encuesta va a callar muchas bocas de quienes decían que Monteseirín no era candidato popular ni conocido". José Luis Villar (PA) "Es una encuesta al servicio del PP. Al final estaremos los tres en un pañuelo".
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