El presidente de la Generalitat afirma que comienza a "aflorar" el problema del rechazo a los inmigrantes

El inicio del curso escolar ha puesto de manifiesto la existencia en Cataluña de actitudes contrarias a la integración de los inmigrantes. Lo señaló ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, pese a que la Administración catalana ha hecho esfuerzos para quitar importancia a los brotes de intolerancia registrados en algunas localidades donde se concentran cantidades significativas de población procedente de países africanos. Pujol hablaba ante un selecto y al mismo tiempo heterogéneo auditorio, en el que figuraban financieros, empresarios, catedráticos de universidad y profesionales de las más diversas ramas. Se habían congregado para asistir a la presentación de las conclusiones de los debates organizados por el Gobierno catalán bajo el título Catalunya demà. "Todos decimos que ante la inmigración hay que tener una actitud abierta y generosa", dijo el presidente, "pero a la hora de la verdad hay mucha gente que no quiere que su hijo vaya a una escuela en la que haya niños gitanos o magrebíes". A propósito de los conflictos provocados por el carácter multicultural y multiétnico que va adquiriendo la sociedad catalana, Pujol subrayó la gran "tradición integradora" que tiene Cataluña desde hace ya muchos siglos, porque es un país situado en una zona de paso entre áreas geográficas y culturales muy diferenciadas y porque siempre ha sido demográficamente débil. En eso basó la esperanza en que estos problemas no se acentúen y se resuelvan. Y recordó que una reciente encuesta de ámbito español indicaba que Cataluña es la comunidad donde hay menos racismo y xenofobia a pesar de que es donde hay más inmigrantes. Entre los aspectos inquietantes con vistas al futuro, Pujol señaló "la crisis de valores" general, el estancamiento demográfico y el envejecimiento de la población. Lamentó que España sea el país del mundo con un índice más bajo de natalidad y que Cataluña se halle muy poco por encima de la media española en este punto. Aunque no lo vinculó directamente a la baja tasa de natalidad, apuntó que la familia comienza a ser "uno de los valores en alza en Europa" tras un largo periodo de crisis. Las jornadas de estudio Catalunya demà, que ayer tuvieron su colofón, han permitido que destacados especialistas del país expusieran sus puntos de vista sobre los retos de futuro para Cataluña. Pujol les agradeció su participación y, como quien no quiere la cosa y como si no hubiera riesgo alguno de cambio de mayoría, les dijo que después de las elecciones autonómicas, "que probablemente serán en marzo", le gustaría celebrar una segunda ronda.