Vuelo regular

En no pocas ocasiones tratamos de buscar la verdad. Es entretenido, aunque más que indagar y encontrar la verdad lo que gusta es el tiempo que empleamos en descubrir el significado de las cosas porque podemos divertirnos sin necesidad de leer a Axterix u Obelix. Lo de menos es el fondo. Muchas veces se conoce y deja de ser entretenido. Las cosas no son las que nos imaginábamos o se cuentan, sino que los cuentos son otros. Esta reflexión viene, no a lana sino a pelo, o, al hilo de las manifestaciones públicas de algunos políticos. El portavoz del grupo popular en el Parlamento de Andalucía nos cuenta que Gaspar Zarrías se desplazó, en un ataque así como de trastorno mental, a Barcelona para celebrar el Día de Andalucía, aunque le ha faltado añadir que, en el trayecto, se pusieron de acuerdo para que la Comisión de Urbanismo suspendiera el PGOU de Marbella; y se ha leído que el ministro de Trabajo declara que garantiza la construcción del AVE para Málaga y que, la mejor alcaldesa, Celia Villalobos. Al final, menos lobos: Gaspar Zarrías se desplazó a Barcelona en vuelo regular de Iberia, según afirma Presidencia, y el PP ha rechazado en el Senado la propuesta del PSOE, contenida en un protocolo de intenciones para la construcción del AVE. Si, entre vuelos y aves, el portavoz del grupo parlamentario insiste en exigir al presidente de la Junta que practique el diálogo político e institucional, su exigencia no parece seria -aunque puede serlo pero por otras razones-, ya que no se puede pretender confundir al ciudadano inventándose vuelos a escondidas, como Bartolo secuestros, y ser atendido en su petición y, de otro, buscar la identificación, harto improbable, de la llegada del AVE a la ciudad de Málaga con la alcaldía de Celia o el Gobierno del PP. Tal vez lo que se quiera sea el voto a costa, o a cuestas, de lo que haga falta decir por lo que se acaba el entretenimiento que causa buscar la realidad y se acaba la diversión. Lo que sí es seguro es que el AVE está en Andalucía, al margen de alcaldías y de las personas que las ostenten, aunque a lo peor las afirmaciones políticas son el reflejo del famoso vuelo al centro, que debe ser una cosa sí como seguir en Madrid gobernando y el AVE para Cataluña; pero, ya se sabe, ave que vuela a la cazuela.