El hotel Núñez-Urgell, condenado a pagar la instalación de cámaras espía
La empresa Núñez y Navarro Conde Urgel, propietaria del Hotel Núñez-Urgell, ha sido condenada por el juzgado de primera instancia número 47 de Barcelona a pagar a la agencia de detectives Cross-World los servicios de instalación de cámaras espías en el hotel. La empresa de Josep Lluís Núñez fue también condenada en costas. La empresa hotelera negoció la instalación de dos cámaras ocultas para controlar a alguno de sus empleados y se negó a pagar los servicios (unas 475.000 pesetas) alegando que éste grupo "regatea siempre con sus proveedores". La sentencia judicial reconoce la prestación de servicios de los detectives para conocer determinados movimientos irregulares en la cocina y el bar del hotel y la instalación de las cámaras en secreto y de madrugada. Pero las cámaras fueron descubiertas por uno de los empleados e inutilizadas. La empresa demandante incluyó conversaciones grabadas con la directora del hotel, quien razonaba para justificar el impago que las cámaras habían sido descubiertas. En el vídeo se aprecia como quien desarticula la cámara entra en la estancia y se dirige directamente a la cámara como si conociera su localización exacta, según la grabación aportada por la demandante.. Más adelante, la directora del hotel, Núria Graells, argumentó que la sociedad demandada pertenece "a constructores y ellos tienen por costumbre regatear y rebajar las facturas con todos los proveedores, lo mismo con el de la leche que con el del parqué y el de no sé qué", afirma en la cinta la ejecutiva que contrató los servicios de Cross-World. La sentencia judicial obliga a pagar los servicios y los daños que se produjeron en las cámaras, acreditados por la demandante. La empresa hotelera y la agencia de detectives polemizaron en el juicio sobre cómo se descubrieron las cámaras. La empresa de Núñez afirma que se descubrieron al haberse invertido la rejilla de la ventilación donde estaba instalada una de ellas, así como los cables. Cross-World afirma que se descubrió de forma casual o quizá porque alguien alertó al empleado que inhabilitó la cámara, tal como se registró en el vídeo. Cross-World, propiedad de Antonio Hernández, criticó los métodos comerciales inapropiados del grupo Núñez, que no pagaba la factura.
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