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El GIL aplaza hasta las elecciones el pago de deudas municipales en Estepona

El equipo de Gobierno del Grupo Independiente Liberal (GIL) en el Ayuntamiento de Estepona (Málaga) ha decidido aplazar hasta después de las elecciones municipales del próximo año el pago de la deuda contraída con diversos proveedores, una medida que ayer denunció como de "electoralista" el grupo municipal socialista en la oposición. Los ediles del PSOE indicaron en un comunicado que el Ayuntamiento está entregando a los acreedores pagarés cuyo vencimiento se ha fijado para julio de 1999. Esta demora en el pago significa para los socialistas "dejar la responsabilidad de los mismos a la corporación municipal que gobierne en la próxima legislatura". El grupo socialista cree que a corto y medio plazo el Ayuntamiento de Estepona debe unos 500 millones a los acreedores, aunque la deuda global se acercaría a los 5.000 millones, contraída fundamentalmente con entidades financieras. El principal partido de la oposición al GIL considera que el equipo de gobierno ha cumplido en la presente legislatura con "apenas un 3%" de su programa electoral. La "voracidad recaudatoria" es, a juicio de los cuatro ediles socialistas, uno de los aspectos "más negativos" de la gestión local en los últimos tres años, que ha provocado un "encarecimiento desmedido de los servicios públicos, el agua, el alcantarillado y la basura". Critican los socialistas esteponeros que el grupo del alcalde, Jesús Gil Marín, practique una política de "tierra quemada" en la que "todo vale", o el "enchufismo de familiares y amigos en cargos de confianza". Los ediles de la oposición creen que el "enfrentamiento continuo con el resto de las instituciones públicas" está llevando a la localidad a la "paralización de inversiones en materia de salud, educación, medio ambiente y bienestar social". Ambas formaciones se culpan, en los últimos días, del retraso en la puesta en marcha del segundo centro de salud en Estepona. Expropiaciones con "fines dudosos" o el "conflicto permanente con los trabajadores del Ayuntamiento" son otros de los aspectos negativos que el grupo municipal socialista destaca de la gestión del GIL, que contribuyen a "un empobrecimiento de las clases medias de la localidad".

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