Artistas como churros
Representantes musicales y alcaldes regatean sobre el precio de las actuaciones en las fiestas de los pueblos
Las fiestas de los pueblos tienen una cara oculta. Es la que presentan los alcaldes de los municipios regateando con los representantes de los artistas los precios y las caras de los espectáculos que animarán los festejos locales. "Todos quieren contratar a Alejandro Sanz por 100.000 pesetas", explica Manuel González, gerente de Pacma Espectáculos, una de las agencias de representación de artistas más importantes de Madrid. "Los alcaldes", añade, "tienen muy claro que desean algo bueno, bonito y barato. Luego, las agencias piratas, porque en este mundo está lleno de piratas con pata de palo y loro en el hombro, les ofrecen espectáculos a precios muy altos, que les van rebajando como haciéndoles un favor. Al final, se lo cobran más caro que las oficinas que llevamos muchos años en esto".Sea como sea, lo que es evidente es que en los últimos tiempos los pueblos -por muy pequeños que sean- se llenan de nombres famosos. El alcalde de San Martín de Valdeiglesias (9.000 habitantes), José Luis García, del PSOE, se muestra orgulloso de que en las fiestas de su pueblo haya actuado el grupo rockero Dover, el gran triunfador musical de 1997. "Sólo teníamos dos millones para contratar un buen grupo", dice García. Por ese dinero, un representante les ofreció a los Dover y a unos teloneros llamados Monocero. "Fue un éxito. Asistieron 3.000 personas. Nosotros sólo cogemos gente de moda", señala, "y no como los del PP, que contratan a melódicos y folklóricas".
Chicas rimbombantes
El alcalde de Bustarviejo (1.350 habitantes), Julio de Mateo, del PP, reveló cómo él y sus colegas de otras localidades eligen a los grupos que participan en las fiestas. "Viene un representante con un catálogo de artistas, con fotos de todos, como si estuviera vendiendo churros. En primer plano siempre están las chicas, y cuánto más rimbombantes, mejor. Dices el dinero que tienes y te van asesorando sobre los precios. Nosotros solemos repetir año tras año la orquesta, porque tiene mucho éxito. Es un buen grupo [Orquesta Gran Vía]. El cantante se disfraza de picador, lleva una huevera y da saltos por el escenario. Tiene tanto éxito que ahora no lleva representante. Por eso ha bajado los precios. Nos cuesta 324.000 pesetas", afirma.El gerente de Pacme Espectáculos, Manuel González, da otra versión de las contrataciones. "Es diferente si contratan los alcaldes o las comisiones de festejos dominadas por los jóvenes. Si hablamos con los alcaldes, se decantan por cosas más tradicionales, pero los jóvenes sólo quieren grandes grupos y toros. Se están perdiendo las tradiciones, las verbenas, los recitales, los conciertos. Cada vez huele menos a pasodoble, y la gente mayor se siente perdida. Es una pena".
El concejal de Festejos de San Sebastián de los Reyes (57.700 habitantes), José Luis Gómez del Castillo, de IU, asegura que hay dos tipos de contrataciones. "Con los promotores, que son una especie de multinacional que te consigue lo que quieras, o directamente con el manager del artista. Los promotores suelen ser más baratos, porque conocen a todo el mundo. Les llamas y les dices: quiero a Bob Dylan, a Juanita Reina y a un equilibrista. Y te los buscan. Eso sí, tienes que tener el dinero para pagarlos. Porque encontrártelos, te los encuentran. No sé cómo".
Gómez del Castillo manifiesta que algunos artistas, en vez de reclamar dinero público, prefieren quedarse con el taquillaje que se recaude. "Ketama, hace dos años, aceptó quedarse con la recaudación. Y cuando estábamos preparándonos para editar los carteles, el manager nos pidió un servicio de catering, medidas de seguridad especiales, cosas que no podíamos aceptar".
Manuel González replica que en algunos municipios no se dan "las condiciones mínimas para trabajar". "Los escenarios se tambalean, las maderas están podridas, se pierde el respeto por el artista a altas horas de la noche... Todo esto debía estar regulado. Pero los artistas nunca ponen pegas para trabajar en los pueblos. Son como los buenos toreros, se forjan en las plazas pequeñas".
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