El Gobierno de Chaves deja en manos del PSOE la oposición a los populares para resaltar su gestión
El Gobierno andaluz va a pasar a una segunda línea en la estrategia de oposición que los socialistas andaluces ejercen sobre el PP desde hace dos años. La primera trinchera la ocupará el PSOE, mientras que el Ejecutivo se centrará en la puesta en marcha y desarrollo de proyectos propios. La decisión la comunicó el pasado lunes el presidente de la Junta y secretario general del PSOE andaluz, Manuel Chaves, en el primer pleno que celebró su ejecutiva tras el verano. Todos estuvieron de acuerdo, aunque hubo una crítica indirecta a la gestión de algunos consejeros, a los que se instó a que se "espabilaran".
El Gobierno, a gobernar. Ésa es la conclusión que sacan los dirigentes del PSOE consultados, acerca de la intervención que tuvo Manuel Chaves ante el pleno de la ejecutiva, en la que puso de manifiesto la necesidad de introducir elementos nuevos en la estrategia seguida desde 1996. Hasta ahora, el Ejecutivo autónomo en su conjunto se ha distinguido por mantener una relación de permanente enfrentamiento con el Gobierno de José María Aznar que, a juicio de algunos dirigentes, ha ocultado acciones meritorias de los consejeros. Otros miembros del PSOE, aún participando de esta opinión, matizan que también hay titulares de consejerías que se han escudado en conflictos ajenos con Madrid para tapar sus propias insuficiencias. Chaves, según fuentes próximas, considera que la línea seguida ha sido un acierto y que ha puesto en serios apuros al PP andaluz y al Gobierno de la nación, pero opina que ya es "un limón al que no se puede sacar más zumo". Su propuesta de introducir elementos nuevos en la estrategia pasa por que el partido ocupe la primera línea de fuego de la oposición al PP y el Ejecutivo autónomo se dedique a plantear temas e iniciativas distintivas y actuaciones propias que se destaquen por sí mismas. Nuevas propuestas Entre los elementos de la nueva estrategia se encuadran propuestas como la de la reducción de la jornada laboral a 35 horas, la puesta en marcha de la Fundación de las Tres Culturas o el Foro Andalucía Nuevo Siglo y actuaciones como la paralización del plan urbano de Marbella. El discurso del secretario general en la ejecutiva fue compartido por todos y dio pie a la intervención de dos dirigentes. Uno de ellos, en sintonía con lo dicho por Chaves, añadió que los consejeros debían hacer política a ras de suelo y "patearse" las provincias. Otro dirigente defendió la necesidad de dar un impulso fuerte al Gobierno, así como que los consejeros y delegados de la Junta se "espabilaran" y "agilizaran" proyectos pendientes con vistas a las elecciones municipales. Esta intervención fue interpretada por algunos miembros del partido como una crítica al Gobierno y una insinuación para que haya cambios. No obstante, la palabra crisis no salió de la boca de nadie, lo que no impide que cada vez un mayor número de dirigentes del PSOE opine, siempre en círculos muy reducidos, que Chaves debe mover el banquillo del Gobierno. Los titulares de Industria y de Medio Ambiente, no solamente por el desastre ecológico de las minas de Aznalcóllar, siguen siendo los destinatarios de la mayoría de las quejas, aunque a los dos consejeros se les van sumando otros, dependiendo, en gran medida, de la procedencia territorial del interlocutor y de si éste aprecia cansancio o hartura en el consejero/a. Las especulaciones sobre la salud interna del Gobierno y la relación que mantienen los consejeros entre ellos se han disparado a la vuelta de las vacaciones. Estas cavilaciones, presumiblemente, irán en aumento cuando empiece a ultimarse el presupuesto de la Junta para 1999, época en la que siempre surgen tensiones entre los miembros del Ejecutivo, a raíz de los intentos de lograr más medios para sus departamentos, y en la que los mayores tirones los soporta la persona responsable de Economía y Hacienda, en este caso Magdalena Álvarez, encargada de la caja de la Junta. En este contexto, se plantea la siguiente pregunta: ¿Va a iniciar Chaves una crisis? Interpretaciones hay muchas, movimientos tácticos otros pocos (entre ellos la posibilidad de que algún consejero/a vaya de número dos en las listas municipales), pero certezas ninguna. En estos casos y desde 1990, el presidente de la Junta siempre ha dicho lo mismo: la formación del Gobierno y las posibles crisis sólo las consulta con su almohada.
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