Un cuento visual abre la Fira de Tàrrega

Con los franceses de la Compagnie Jo Bithume, la Fira de Teatre al Carrer de Tàrrega quedó oficialmente inaugurada el jueves por la noche, aunque desde el mediodía, y mientras el público iba llegando, fueron sucediéndose los espectáculos de calle. Hello, Mister Jo, espectáculo de gran formato que se presentó en el campo de fútbol La Plana ante 8.000 espectadores, cuenta con un complejo aparato escénico que permite el desarrollo de vuelos espectaculares y acrobacias. Tàrrega espera hoy la máxima afluencia de público. Cuatro torres situadas en cuadro, entre las que se lanza un entramado de cables, conforman el espacio escénico de Hello, Mister Jo, que empieza con música en directo mientras entre la multitud avanza un gigantesco miriñaque coronado por el minúsculo cuerpo de la mujer que será la madre del protagonista, Mister Jo, que nace en escena bajo los faldones y ya con pañales. Desde ese momento, el espectáculo se desarrolla con zancos, colgados de los cables, con la discreta utilización de fuegos artificiales y sobre plataformas móviles, contando diferentes etapas de la vida del protagonista: sus primeros y tambaleantes pasos, su llegada al colegio, sus amores juveniles, su boda, el nacimiento de su primer hijo, su paso por la guerra -un episodio antimilitarista, el más espectacular en el uso del humo y del movimiento de la masa de espectadores, que el público aplaudió con entusiasmo-, su madurez y su muerte. La historia es casi un cuento de niños, carece de complejidad estructural y de densidad poética, y lo más interesante son algunas de las imágenes que crea, con el personaje tiránico del tiempo y el árbol de la vida cada vez más frondoso, y algunos momentos, pocos, de acrobacia sobre trapecio o con cuerda ejecutados por los actores acróbatas. Sin ser un espectáculo impresionante, abre las puertas a una forma visual de narrar que puede ser muy fecunda. Otros espectáculos de calle, más pequeños, pensados para reunir a su alrededor al público en las plazas, fueron, entre otros, los de los belgas Wurre Wurre y Zirk Theatre, y del neoyorquino Joey Joey. Wurre Wurre son don clowns minimalistas que hacen alarde de escasez de dotes de todo tipo y juegos de magia chapuceros, crean el alfabeto con sus cuerpos y se tragan la armónica. Los de Zirk Theatre parodian al ejército colonial inglés, visten de militares, llevan cocos en vez de charreteras, exhiben exuberantes plumas en sus gorras, tocan con gran comicidad músicas militares y profesan un exacerbado amor a la bandera. Los tres soldados son perfectos émulos de los Hernández y Fernández de Tintín en su simpleza y en su beata comicidad, y fueron muy aplaudidos. Éxito alcanzó también el clown, acróbata y tragasables Joey Joey, de origen puertorriqueño. Montado en su monociclo, hizo algunos alardes de técnica, como cargar sobre sus hombros a una espectadora que lo superaba en estatura y peso, y deglutir un sable hasta la empuñadura y continuar rodando. En su caso no se trataba sólo de exhibición de virtuosismo, sino de una simpatía desbordante que hizo reír al público. Con la danza de Las Malqueridas, que estrenaron su espectáculo A galopar, y el espectáculo del clown de Pepe Plana, De pe a pa, Tàrrega acabó de mostrar la diversidad de géneros a la que da cabida. Las Malqueridas, que bailan con una espléndida selección de músicas, mostraron un muy buen espectáculo donde la danza progresivamente compulsiva, con súbitos descensos rítmicos, de sus tres intérpretes llega directamente a través del estómago. La elaborada gestualidad coreográfica de Lipi Hernández alcanza en este caso una notable expresividad teatral gracias a la colaboración de Txiqui Berraondo. Por su parte, la actriz Pepa Plana debutó con De pe a pa, bajo la dirección de Joan Busquets, como clown, un género en el que no son frecuentes las mujeres. El espectáculo se centra en el recitado, con digresiones de diversas poesías, empezando por La vaca cega, de Joan Maragall; pero incluye un improvisado poema épico chapurreado en chino macarrónico, quizá el mejor momento del espectáculo. A Pepa Plana le falta todavía conciencia de payasidad, saberse clown desde que sale al escenario, pero no hay duda de que alcanza, en algunas secuencias, la mejor hilaridad. Ayer se sucedieron las presentaciones de proyectos, entre los que destaca el Projecte Vaca, que pretende reunir a las mujeres que "participan de una manera creativa en las artes escénicas y desarrollan su actividad en Cataluña" y promover "un análisis más profundo de su papel en el teatro del futuro". También la Confederación Nacional del Trabajo (CNT-AIT) presentó el Sindicat de Cultura i Espectacles Públics de Barcelona. Una plataforma de otro carácter ya consolidada es la Carpa Euskadi, que por tercer año consecutivo se presenta en Tàrrega, promovida por el Gobierno vasco. La presencia de otras autonomías no ha sido posible, tal como señaló Ramon Simó, director de la feria, debido a la dificultad que implica poner de acuerdo a gobiernos autónomos y creadores escénicos. "Sigue habiendo comunidades", señaló Simó, "que aún no tienen claro que el teatro, para que exista, se ha de promocionar y vender".